Sin aval de Seduvi; no tiene permisos

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) confirmó a Excélsior, mediante un documento de acceso a la información, que no existe información relacionada con los trabajos de remodelación que se llevan a cabo en la casa-estudio donde vivió los últimos 22 años el pintor y paisajista mexicano José María Velasco (1840-1912).
Tal como se informó ayer, los trabajadores de la obra que desde 2008 fueron contratados por Carlos Altamirano Velasco –bisnieto y heredero del artista plástico– confirmaron que realizan la demolición del interior del domicilio ubicado en la calle 5 de Mayo No. 9, esquina Avenida Prolongación Misterios, en la colonia Villa de Guadalupe, bajo el argumento de que se encuentra en malas condiciones.
Según el documento, dicho inmueble está catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a pesar de que el propio instituto aseguró en otro documento que no lo tiene incluido en su Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos. “El inmueble de referencia se localiza en Área de Conservación Patrimonial indicada en el Decreto que contiene el Programa Delegacio-nal de Desarrollo Urbano para Gustavo A. Madero, publicado en (la) Gaceta Oficial del Distrito Federal el 12 de agosto de 2010”, detalla el documento. Y añade: “Está considerado como monumento histórico por el INAH, de valor urbano arquitectónico por esta secretaría e incluido en la Relación de inmuebles que conforman el Listado Anexo IX denominado Elementos del Patrimonio Cultural.
Urbano del Programa Delegacional referido con el número 537”.

Al respecto se buscó a Fátima Soto, vocera del INAH, quien hasta el cierre de esta edición no emitió comentario.

Según la información con que cuenta Seduvi, la edificación corresponde al siglo XVIII, en dos niveles, con muros de adobe y tabique con aplanados en fachada, vanos de proporciones verticales con enmarcamientos de cantera, rodapié en piedra volcánica y gárgolas en la planta alta. Además, conserva herrería original y algunas puertas y ventanas de madera a dos hojas, con uso actual de vivienda con comercio, bajo régimen de propiedad privado.

Por último, el documento elaborado por la arquitecta Beatriz Eugenia Pérez, directora del Patrimonio Cultural Urbano, dependiente de Seduvi, aclara que en sus archivos no cuenta con antecedentes sobre la emisión de dictamen u opinión técnica relacionada con intervenciones en dicho inmueble.

Esto significa que las obras que se realizan en la casa-estudio, pese a ser monumento histórico y de valor urbano arquitectónico, realiza trabajos de obra sin el consentimiento del gobierno local.

Carlos Altamirano Velasco, dueño del inmueble, tampoco ha respondido las llamadas telefónicas y aún está pendiente que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) aclare si tiene conocimiento de los trabajos que se realizan en el interior de esta casa y si protege o no este inmueble.