AL y El Caribe tienen 2 mil 513 km de infraestructura ciclista

De acuerdo con un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la infraestructura para bicicletas implementada en América Latina y El Caribe suma 2 mil 513 kilómetros. Del total, 392 kilómetros los ha desarrollado Bogotá, la mayor cantidad en la región, mientras que la ciudad de Monterrey, en México cuenta con la menor infraestructura (400 metros).
El documento «Ciclo-inclusión en América Latina y el Caribe: guía para impulsar el uso de la bicicleta» que evalúa a 56 ciudades de Latinoamérica y El Caribe analiza el uso de la bicicleta en la región, en relación a los avances y los retos administrativos y operativos que enfrenta el uso de la bicicleta, a través de cuatro temas principales: infraestructura, participación ciudadana, regulación y normatividad y operación.
Asimismo, tiene como objetivo promover el uso de la bicicleta, formular políticas de movilidad que la incluyan en condiciones seguras y eficientes y construir infraestructura orientada a su uso, ya que si bien algunas ciudades de América Latina y El Caribe muestran avances, aún falta consolidar acciones para el uso de la bicicleta.
Un ejemplo para incentivar el uso de la bicicleta es a través de las bicicletas puìblicas, que hoy son un caso de eìxito en la movilidad de París, Barcelona, Nueva York, entre otras grandes ciudades de Europa y Estados Unidos.
En cuanto a los sistemas de bicicletas públicas, 12 de las ciudades evaluadas cuentan con una red de 12 mil 942 bicicletas públicas, lo cual ayuda a incrementar su uso. Bogotá, Santiago de Chile y la Ciudad de México son las tres ciudades evaluadas por el BID con el mayor número de viajes realizados en bicicleta por día.
En contraste, Cochabamba, Tegucigalpa y Valparaíso son las tres con menos viajes.
Según el informe del BID, existe un alto déficit en los datos sobre el ciclismo urbano y en la disponibilidad de información para los usuarios.
a pesar de que casi la mitad de las ciudades consultadas cuentan con departamentos encargados para impulsar su uso.
La implementación de políticas ciclo-inclusivas, la planeación de infraestructura y la operación del uso de la bicicleta deben incluir la participación ciudadana, otro de los ejes temáticos de este estudio, ya que de esta manera se evitan proyectos que no están pensados para el usuario.
En materia de participación ciudadana, Buenos Aires, Medellín, la Ciudad de México y Bogotá tienen cartillas informativas e información digital sobre el uso de la bicicleta. Algunas tienen plataformas virtuales de identificación de lugares de estacionamiento, sitios de riesgo y problemas en la infraestructura.
Buenos Aires y el Distrito Federal son algunas de las pocas ciudades que tienen información en las vías.
En cuanto a la regulación, ésta tiene como objetivo proteger al ciclista, al igual que aclarar sus responsabilidades en la viìa, sin que ello genere una poliìtica restrictiva hacia el uso, para reducir los accidentes, ya que maìs del 50% de las viìctimas mortales por accidentes de traìnsito en la regioìn son usuarios vulnerables. Esto equivale aproximadamente a 50 mil viìctimas.
El tema de Operación refiere a la gestión, control y funcionamiento de los sistemas de transporte basados en la bicicleta; la intermodalidad y el monitoreo de datos relacionados con este transporte.
Actualmente, existen varias ciudades de la región con sistemas de bicicletas públicas y que permiten la integración de bicicletas en sus sistemas de transporte público, puntualizó el estudio.