El pintor Gabriel Orozco expone sus «Flores fantasmas» en Francia

Dos reconocidos artistas latinoamericanos, el mexicano Gabriel Orozco y el brasileño Tunga, presentan al público a partir de hoy sendas creaciones en el Dominio de Chaumont-sur-Loire, en el marco de una muestra colectiva en la que participa una quincena de creadores de diferentes países.
La instalación Fleurs fantômes, que se expondrá hasta el 31 de diciembre de 2016, responde a un encargo hecho a Orozco por la Region Centre-Val de Loire-Château, propietaria desde 2007 de ese dominio palaciego caído en el abandono en 1938, convertido desde 2008 en activo centro cultural y artístico.
Sus “nuevas y singulares Flores fantasmas de gran formato”, inspiradas en los vestigios de antiguos tapices de las habitaciones abandonadas hace décadas por los príncipes de Broglie (últimos residentes del lugar), conforman la segunda fase del encargo regional, precisan los organizadores del evento.
Orozco expresa en ellas su fascinación por la memoria y el paso del tiempo, palpable en las huellas de los ornamentos murales de ese palacio adquirido en 1875 por Marie-Charlotte Constance Say, heredera del imperio de refinado de azúcar de Constant Say, meses antes de esposarse con el príncipe Henri-Amédée de Broglie.
Los mismos apartamentos para invitados principescos que las inspiraron acogen ahora las creaciones de Orozco (1962), quien reside entre su país natal, Estados Unidos y Francia.
El otro estelar en la lista de invitados de este castillo del Loira es Antonio José de Barros Carvalho e Mello Mourão, Tunga, (1952), considerado como uno de los más influyentes de su generación y “figura principal de la escena brasileña”, recuerdan los organizadores. Artista multidisciplinar, escultor, videoartista, dibujante, autor de instalaciones y performa-nces, nutrido de referencias literarias, filosóficas y científicas, Tunga, que vive y trabaja entre Río de Janeiro y París, creó para el picadero de las antiguas cuadras de Chaumont una instalación “sin título”. El protagonista es un tronco de árbol fosilizado y con él los tiempos más antiguos, el mito, la ficción y los procesos alquímicos, explican en palacio, tras recordar que entre otras obras en 2005 expuso su monumental À la lumière des deux mondes, bajo la pirámide del Museo del Louvre.

Además de este árbol de piedra, la misma temática inspiró otras creaciones como L’arbre chevalier al finlandés Antti Laitinen; y las figuras de enormes dimensiones de La constellation du fleuve, 2015, al francés Christian Lapie.

Las otras instalaciones monumentales que podrán verse hasta el 1 de noviembre próximo son las del creador africano El Anatsui (Gana, 1944), la alemana Cornelia Konrads (1957), así como las de la pareja de artistas suizos formada por Gerda Steiner (1967) y Jörg Lenzlinger (1964).