Adiestrar a un can combate su estrés y mejora la convivencia

Durante las clases en los centros caninos se priorizan los juegos y los paseos. El objetivo es que el animal descargue sus energias para que mejore su comportamiento

Los servicios son similares a las de una guardería. Tiene transporte, escuela, espacios de juegos , recreación y clases que forjan disciplina. La diferencia es que los alumnos son los mimados de la casa: las mascotas.

Desde muy temprano, los entrenadores del centro del adiestramiento particular Pretty Dog recogen a los perros en sus casas, en Quito, y los llevan a sus instalaciones. Sonia Salazar es una de las usuarias del servicio. Después de enviar a sus hijos a la escuela, sale con Candy, una perrita french poodle de un año de edad, a la esquina de su casa a las 07:40.

Cuando Candy sube al carro y entra a su jaula sus compañeros de cuatro patas ladran como si la saludaran. Se recuesta paciente hasta que el carro enciende.

Fernando Navas, entrenador canino, dice que en los últimos 10 años el servicio de cuidado profesional y adiestramiento ha tenido acogida en el país. Cuando iniciaron con el negocio en el 2010, tenían 10 perros. Ahora, en Pretty Dog, hay entre 15 y 20 ‘alumnos’. En este lugar también se ofrece entrenamiento a domicilio.

«Las personas por lo general ya no tienen mucho tiempo para compartir con sus mascotas. Por eso buscan lugares en los que puedan estar seguros y aprender», dice Navas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las personas dedican en promedio dos horas y 21 minutos a la semana, al cuidado de sus mascotas.

Durante las clases en los centros caninos se priorizan los juegos y los paseos. El objetivo es que el animal descargue sus energias para que mejore su comportamiento. También para que combata el estrés.

Marco Moyón, especialista en comportamiento canino de la Escuela Buenos Hábitos, ubicada en el norte de Quito, indica que es importante definir cuáles son los hábitos que cada familia quiere que tenga su perro en casa al contratar un servicio en cualquier centro.

«Este proceso debe hacerse con los dueños ya que ellos también deben aprender». Por ejemplo, se les enseña que cuando el perro toma una sandalia no se lo debe quitar de golpe ya que interpretará el acto como si el dueño quisiera jugar con este. Hay una diferencia entre el adiestramiento y el comportamiento.

El primero consiste en enseñar habilidades que no son innatas de los canes como dar la pata o sentarse. Mientras que el segundo se centra en los hábitos de conducta. Como abalanzarse a su dueño cada vez que ingresa a la casa o ladrar a desconocidos.

Candy lleva cinco meses en el centro y su comportamiento ha mejorado, según su dueña.

Sonia indica que cada vez que alguien entraba a la casa, la perra se alteraba y trataba de morderle. Ahora se queda sentada en su cama y solo se levanta cada vez que la llaman. Las clases se basaron en actividades de repetición, juegos y socialización con otros perros.

En la Escuela Buenos Hábitos, los entrenadores recogen en sus casas y los llevan caminando hasta un parque. Por lo general, la manada es de cuatro canes y de la misma estatura.

Cerca de las 11:00, los animales que realizan paseo regresan a casa. Según Moyón, el contacto con otros animales ayuda a equilibrar su energía, socializar y comportarse en grupo. Hay otra alternativa para las personas que trabajan todo el día y dejan a su mascota sola. En Buenos Hábitos se recoge al perro en la mañana, se lo lleva al parque; luego al centro para que pase todo el día con otros animales. Durante este tiempo recibe clases, hace ejercicio y juega.

Durante las clases se le puede enseñar trucos para que se recueste o se haga el muerto. El costo de estos servicios varían de acuerdo con los requerimientos del dueños. Pero, en promedio, el adiestramiento cuesta 30 dólares. Mientras que la guardería tiene un valor de 90 dólares al mes. Al día tienen entre 15 y 20 canes.

El transporte puerta a puerta es otra opción que eligen los propietarios a la hora de enviar a sus mascotas a un centro canino. Luis Vilatuña, conocido cariñosamente como el predicador, ofrece este servicio desde hace 35 años.

De acuerdo al lugar en el que se debe retirar a las mascotas, él establece los horarios del recorrido, como un bus escolar. Al Centro de Adiestramiento Canino El Predicador, ubicado en Nayón, acuden cerca de 25 canes diarios. Vilatuña señala que el trabajo de adiestramiento empieza desde los seis meses en adelante. Es lo recomendable.

Sin embargo, hay personas que piden este servicio antes, para animales de tres meses. En esos casos, las clases se realizan en las casas y los dueños participan bajo la dirección de los entrenadores. «El mundo del adiestramiento no es castigo ni fuerza, es repetición», comenta Vilatuña.