Construyen gasolinera colindante a manglar en Cancún

Vecinos del residencial Pok Ta Pok, ubicado en la zona hotelera de Cancún, se oponen a la construcción de una gasolinera que, presuntamente, violenta las restricciones existentes en el Reglamento de Construcción, vigente en el municipio, al edificarse a escasos metros de una zona habitacional, sin contar con su cercanía a la zona de humedales del Sistema Lagunar Nichupté.
La gasolinera, localizada en la Manzana 45, Lote 01, en el bulevar Kukulcán, a la altura del kilómetro 8, se encuentra a un costado de la Plaza Quetzal, a 100 metros de distancia de un hotel -el Presidente Intercontinental-; colinda con residencias detrás suyo, está cerca del fraccionamiento Pok Ta Pok, y a 20 metros de una zona de manglares del principal cuerpo lagunar de este centro vacacional. La gasolinera es propiedad de Ricardo Vega, del Corporativo Mexicano de Gasolineras (CorpoGas), uno de los grupos más poderosos de la industria gasolinera en México.
El inmueble cuenta con una licencia de construcción para remodelación y ampliación, pero habitantes del fraccionamiento señalaron que se trata de una obra nueva.
que aparentemente no cuenta con autorización de impacto ambiental.
Otro dato inquietante -denunciaron habitantes de Pok Ta Pok- es que dicha licencia, con clave CAN-1259, está vencida.
La vigencia del permiso de construcción -se lee en la copia colocada afuera de las obras- es del 19 de julio de 2013 al 19 de enero de 2015, lo que implica que la licencia ya caducó, pero los trabajos se siguen desarrollando, lo cual se constató en una visita hecha al sitio.
De existir una renovación de ese permiso, éste no se colocó afuera de donde albañiles y maquinaria pesada realizan las obras, lo cual resulta también una anomalía, pues la licencia expuesta es la vencida.
Una vista aérea en la zona permite tener una mejor perspectiva de lo que rodea la próxima estación de servicio, que mantiene preocupados a los habitantes del lugar, ante las implicaciones que podría tener un derrame u otro tipo de accidente.
Se observa también que se han hecho perforaciones que pudieron haber llegado ya al manto freático, lo que pone en riesgo de contaminación directa al acuífero subterráneo, sistema de afluentes que se comunican con el mar.
Los habitantes de la zona residencial que colinda con las obras, señalan que la gasolinera no es necesaria, debido a que a ocho kilómetros se encuentra una estación de servicio.
«Muchas familias habitamos en la calle Quetzal. La instalación viola la reglamentación municipal, estatal y federal; tampoco cumple los requisitos de Pemex; carece de autorización de la Semarnat; la vialidad es insuficiente actualmente, peor será con el tránsito de la gasolinera, en la calle Queztal. Es una verdadera arbitrariedad», indica un habitante del área habitacional en donde se desarrollan los trabajos.