Sin un claro favorito entre el PRI y el PAN, pero con la posibilidad de sorpresas con la participación de otros dos contendientes de peso; 10 candidatos se disputan la gubernatura de Nuevo León, rumbo a los comicios del 7 de junio cuando también se renovarán 51 ayuntamientos y el Congreso local, que consta de 42 diputaciones, 26 de mayoría y 16 de representación proporcional.
Para el analista Efrén Vázquez los comicios están marcados por la falta de confianza ciudadana en los partidos y prevé un elevado abstencionismo; mientras que Gilberto P. Miranda, consultor en comunicación política por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), dice que la justa será cerrada, pero terminará por defenderse a favor de alguno de los partidos tradicionales.
En este proceso, será importante ver el desarrollo y potencial de las candidaturas independientes. Además de Jaime Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’, quien contiende por la gubernatura —y ocupa el segundo lugar en las preferencias electorales— hay otros 22 aspirantes sin partido que buscan diputaciones y alcaldías.
Marcará récord la participación de 12 partidos, que postularon 10 candidatos a gobernador; 233 fórmulas para diputados por 26 distritos y 233 planillas para 51 ayuntamientos. Quedan pendientes de aprobación candidaturas para diputaciones y alcaldías.
Están convocados para la justa electoral más de 3 millones 561 mil ciudadanos registrados en la lista nominal. Los candidatos más fuertes son Ivonne Álvarez García, postulada por la Alianza por tu Seguridad, que integran los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Nueva Alianza (Panal), Verde Ecologista de México (PVEM) y Demócrata, así como Felipe de Jesús Cantú, abanderado por el Partido Acción Nacional (PAN).
Tienen posibilidades de alcanzar un buen porcentaje de votos ‘El Bronco’, quien dejó atrás una militancia priísta de 34 años, y el ex panista Fernando Elizondo Barragán, registrado por Movimiento Ciudadano.
Con candidaturas que, según las encuestas más recientes, resultarían meramente testimoniales, contenderán por el Partido Humanista, el ex alcalde panista regiomontano Jesús María Elizondo González; por Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el dirigente estatal de dicho instituto político Rogelio González; por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Humberto González; por el Partido del Trabajo (PT), Asael Sepúlveda; por Encuentro Social, Raúl Guajardo, y por el local, Cruzada Ciudadana, su dirigente estatal, Luis Servando Farías.
De acuerdo con los especialistas, algunas candidaturas de partidos minoritarios podrían restar votos a candidatos a la gubernatura con el mismo perfil ideológico. El panista Felipe de Jesús Cantú se vería afectado por sus ex correligionarios Fernando Elizondo y Jesús María Elizondo.
A la priísta, Ivonne Álvarez, con una trayectoria política y administrativa de 12 años, le restaría sufragios su ex compañero de partido Jaime Rodríguez Calderón, con una trayectoria de 34 años en el PRI.
Una fuente del PRI señaló que el pronóstico del partido, cuando pensaban que la candidata del PAN sería Margarita Arellanes, era que la candidatura de ‘El Bronco’ los beneficiaría, porque captaría el voto opositor.
Sin embargo, ‘El Bronco’ se convirtió en el principal oponente de los priístas, de manera sorprendente votantes de clase media, con alto nivel de estudios, e incluso empresarios han sido seducidos por el perfil alebrestado y ‘respondón’ del candidato independiente.
Candidaturas causan divisiones
El proceso de selección de candidatos dejó inconformes a cuadros importantes del PRI, que renunciaron a su militancia y algunos fueron postulados por otros partidos políticos.
Aldo Fasci Zuazua renunció a la presidencia del PRI en la capital regiomontana y aceptó ser candidato a la alcaldía de Monterrey por Movimiento Ciudadano, pero declinó días después alegando falta de condiciones.
El ex alcalde de Galeana Genaro Ramírez Salas y 60 líderes priístas del sur del estado, que dijeron representar a varios miles, abandonaron el tricolor para apoyar la candidatura del panista Felipe de Jesús Cantú.
El diputado local Ernesto Quintanilla renunció al PRI para ser candidato a la alcaldía de Cadereyta por el PVEM. En García, abandonó el tricolor Mayra Sanjuana Cervantes, quien busca la alcaldía con la coalición del PRD y PT.
El PAN también sufrió deserciones importantes como la del ex senador y dos veces alcalde de San Pedro, Fernando Margáin, quien aceptó la postulación del Partido Humanista por la alcaldía de San Pedro.
Con alta plusvalía y violencia
El estado de Nuevo León, con 4.12 por ciento de la población, aporta 7.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, únicamente por debajo del Distrito Federal y elEstado de México.
La entidad ha sido históricamente dominada por el PAN y el PRI. Aunque el blanquiazul solamente una vez ha ganado la gubernatura (1997-2003), pero constituye factor de cogobierno desde el Congreso del estado, pues sus votos son indispensables para la aprobación de cuentas públicas, reformas o leyes constitucionales.
El resto de partidos como el PRD, PT y Nueva Alianza se conforman con obtener una o dos diputaciones plurinominales, así como unos cuantos municipios rurales.
Nuevo León arrastra la segunda deuda pública nominal más alta del país (58 mil 300.4 millones de pesos), únicamente superada por la del Distrito Federal (60 mil 427.7 millones de pesos), pero con una población menor, 4.6 frente a 8.8 millones de habitantes, de acuerdo al censo de 2010.
Según cifras de la Secretaría de Hacienda, a septiembre de 2014, el estado tenía un saldo que alcanzaba 98% de sus ingresos totales, sólo superado en ese rubro por Coahuila, cuyos pasivos llegaban a 102.1 por ciento, mientras el Distrito Federal enfrentaba un saldo de 40 por ciento de sus ingresos totales, y el promedio nacional entre las entidades del país ascendía a 35.2 por ciento.
El tema de la violencia relacionada con el narcotráfico también estará presente tanto en las campañas, como a la hora de votar; pues, si bien se han reducido los índices delictivos, persisten las ejecuciones y capturas de importantes capos como la de Omar Treviño Morales, líder de Los Zetas.
Algunos actores políticos han manifestado su preocupación de que el crimen organizado pretenda inmiscuirse dentro de las elecciones, para apoyar, o buscar hacer a un lado a determinados aspirantes.