Llegan a Mosul 93 cadáveres de yihadistas muertos

El Departamento Forense de la ciudad iraquí de Mosul (norte) recibió hoy 93 cuerpos de combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) muertos en los últimos combates con el Ejército iraquí en la ciudad de Tikrit, capital de la provincia de Saladino.
El jefe del Comité de Seguridad del Parlamento de la provincia de Nínive -cuya capital es Mosul-, Mohamed al Bayati, informó a Efe de que entre los cadáveres hay 27 que pertenecen a combatientes extranjeros.
Además, hay cuerpos que también fueron trasladados a los hospitales de la ciudad, añadió.
Fuentes médicas del Departamento Forense de Mosul, que declinaron identificarse, aseguraron que esta institución recibió decenas de cuerpos de los yihadistas calcinados y deformes por los bombardeos.
También, revelaron que el hospital de Mosul ha recibido a más de 45 heridos del EI y que los demás centros médicos de la ciudad no pueden atender a tantos heridos debido a la escasez de medicamentos, generada por el embargo que sufre la urbe y por su alto precio en las farmacias.
Los yihadistas instan a la población por megáfonos en las mezquitas a donar sangre para los heridos.
Asimismo, Al Bayati reveló que el EI no ha podido trasladar un gran número de cadáveres de sus yihadistas originarios de Mosul, que también han perdido la vida en la lucha que se libra en Tikrit, capital de la provincia de Saladino, al sur de Mosul y al norte de Bagdad.
Por ello, la organización extremista se ha visto obligada a sepultarlos en las zonas de combate debido a los ataques aéreos que sufren sus convoyes por parte de la aviación del Ejército iraquí.
Las tropas iraquíes, con la ayuda de milicias chiíes y tribales, iniciaron hace tres semanas una amplia operación militar para liberar las principales zonas del norte de Saladino, aunque los combates en su capital, Tikrit, están suspendidos para evacuar a los civiles y traer fuerzas especializadas en la guerra callejera.
El EI conquistó Mosul, la segunda ciudad iraquí y capital de la provincia septentrional de Nínive, el pasado 10 de junio y declaró un califato en las zonas bajo su control en el norte de Siria e Irak, donde impusieron una interpretación radical del islam.