Sin compromisos y sin control alguno, los candidatos a los distintos cargos de elección popular, especial y particularmente los aspirantes a gobernar el estado, han recurrido en la campaña proselitista al facilismo de las promesas que no tienen intención de cumplir, a la mercadotecnia mentirosa y al marketing político que disfraza como ideas, enumeró el analista político José Mario de la Garza Marroquín.
El integrante y portavoz de la asociación civil Poder Ciudadano llamó a las autoridades electorales, los candidatos y sus partidos a normar el uso de los recursos utilizados en la propaganda ya que esta se ha frivolizado hasta niveles farandúlicos e, incluso, al nivel de una promoción dispendiosa de productos-chatarra en lo que se han convertido la mayoría de los candidatos.
Consideró que este escenario per sé da cuenta de la gravedad de las cosas que ha llegado al maquillaje tecnológico de los candidatos que tratan de ocultar sus defectos físicos y, asimismo, sus traumas psicológicos como es el hecho de blanquear-se el rostro por medio del photoshop.
Lo cierto es que hay una clara ausencia de compromisos, no hay una real oferta política y, ni siquiera actividades en el escenario social más allá de los recursos mediáticos; hasta el momento, avanzada la campaña, ninguno de los candidatos parece tener una propuesta concreta, sus compromisos se sujetan a las circunstancias del momento, mismas que, está claro, olvidan prontamente.
Observó que, en el caso de los candidatos a gobernar el estado, estos han mantenido el mismo discurso, con muy pocas variantes, en el presunto compromiso de combatir la corrupción y la impunidad; de denunciar a los servidores públicos corruptos “con nombres y apellidos”, mientras que alientan actitudes corrup-tas… hoy nos están diciendo todos lo que todos queremos escuchar, pero no lo que pueden hacer, lo que se comprometen a hacer y menos cómo, con qué, con quienes lo van a hacer.
