Papa pide cese de persecución a cristianos

El Papa Francisco lamentó ayer los atentados terroristas contra una iglesia cristiana en Pakistán, y pidió el cese de la persecución de los cristianos que, a su juicio, «el mundo trata de esconder».
«Con dolor, con mucho dolor he recibido la noticia de los atentados terroristas de hoy contra dos iglesias en la ciudad de Lahore en Pakistán que han provocado numerosos muertos y heridos», dijo el pontífice con tono serio tras el rezo del Angelus dominical.
Desde la ventana del Palacio Apostólico, el obispo de Roma dijo que en algunas partes del planeta los cristianos son perseguidos por el mero hecho de profesar su fe.
El pontífice reclamó el fin de esta «persecución», un fenómeno que, a su juicio, «el mundo trata de ocultar».
«Que esta persecución contra los cristianos, que el mundo trata de esconder, acabe. Y haya paz», clamó.
«Son iglesias cristianas, los cristianos son perseguidos. Nuestros hermanos pierden la sangre porque son cristianos», subrayó.
Y añadió: «Mientras aseguro mi oración por las víctimas y sus familias, imploro al Señor, fuente de todo bien, el don de la paz, de la concordia para ese país».
Al menos 15 personas murieron y otras 75 resultaron heridas hoy en dos atentados perpetrados de forma simultánea contra dos iglesias en un área cristiana de la ciudad de Lahore, en el noreste de Pakistán, informaron a Efe fuentes oficiales del país.
Poco después de que se produjesen las explosiones, una turba quemó vivos en el área a dos jóvenes sospechosos de haber participado en el atentado.
El grupo insurgente Jamaat-ul-Ahrar (JuA) reclamó la autoría del ataque y advirtió de que continuará realizando atentados de ese tipo «hasta que se implemente el régimen islámico», dijo el portavoz de la formación terrorista, Ehsanullah Ehsan, en un comunicado al que tuvo acceso Efe.
Expresa su cercanía hacia los afectados por Pam
El papa expresó hoy su cercanía hacia la población de Vanuatu, damnificada por el paso de un ciclón que ha provocado cuantiosos daños en el archipiélago y por el que se teme que hayan podido morir decenas de personas.
«Permanezco próximo a la población de Vanuatu, en el Océano Pacífico, afectada por un fuerte ciclón. Rezo por los difuntos, por los heridos y por los desplazados.
Agradezco a quienes se han movilizado inmediatamente para ofrecer ayuda», dijo tras el rezo del Angelus dominical.
El ciclón Pam provocó lluvias torrenciales en el archipiélago, donde viven más de 250 mil personas, y con vientos huracanados de 270 kilómetros por hora.
La tormenta de categoría 5, una de las más potentes que ha afectado el Pacífico Sur en años, ha causado un número indeterminado de muertos que oscila entre los 4 y los 10, según diversas fuentes de organizaciones humanitarias, pero que podría superar la cuarentena.
La tempestad ha provocado heridos graves, miles de damnificados y cuantiosos daños materiales y en la capital, Port Vila, el 80 por ciento de las infraestructuras han resultado dañadas y más de 2.000 personan han sido alojadas en 26 centros de evacuación.