Ban pide más protección ante desastres climáticos

El presidente del archipiélago pacífico de Vanuatu pidió ayuda el sábado en una conferencia sobre desastres de Naciones Unidas, mientras un poderoso ciclón barría su país en un doloroso recordatorio de los crecientes riesgos que plantean el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos.

«Les hablo hoy con el corazón apesadumbrado. En realidad desconozco el impacto que ha tenido el ciclón en Vanuatu», dijo el presidente de la nación insular, Baldwin Londsale, ante la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre Reducción de Riesgo de Desastres en Sendai, en el nordeste de Japón.

«Les pido en nombre del gobierno y del pueblo que ofrezcan una mano amiga en este desastre», dijo.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, había dicho antes a la conferencia que se había reunido con Lonsdale para expresar sus condolencias y su solidaridad. La ONU dijo estar preparada para desplegar equipos de respuesta de emergencia en las islas.

Evitar el desastre es «tarea de todos», afirmó Ban, instando a que se mejoren la ayuda y las salvaguardas para los más pobres y débiles del mundo conforme crece la amenaza de desastres relacionados con el clima.

Los líderes de estados insulares del Pacífico expresaron en la conferencia sus preocupaciones, como la subida del nivel del mar y el aumento de tormentas extremas.

Las 260 mil personas que viven en las 83 islas de Vanuatu están entre las más amenazadas, tanto por terremotos y tsunamis como por los ciclones.

Emmanuel Mori, presidente de los Estados Federados de Micronesia, señaló que las comunidades dispersas y la pequeña superficie de muchas islas ponen a estos países en una posición de gran desventaja.

«El mundo debe actuar, y actuar deprisa», dijo Mori, pidiendo medidas más efectivas para reducir las emisiones de dióxido de carbono a las que se atribuye el cambio climático.

El mejor homenaje a las víctimas de los desastres, aseguró Ban, sería garantizar que la reunión de Japón establece un sólido marco para evitar y gestionar desastres como la triple catástrofe de gran terremoto, tsunami y crisis nuclear que afectó hace cuatro años la costa nordeste de Japón, incluyendo a Sendai. Más de 18 mil 500 personas murieron o desaparecieron.

«Lo que estamos tratando aquí es muy real para millones de personas en todo el mundo. Debemos mantener sus necesidades muy presentes durante las negociaciones de este acuerdo», dijo Ban.

Aunque los países de bajos y medios ingresos sufren nueve de cada 10 muertes relacionadas con los desastres y requieren una atención especial, señaló, «el riesgo de desastres afecta a los intereses de todos, y es tarea de todos» .

Los organizadores de la conferencia han indicado que si bien todos pueden estar de acuerdo en la necesidad de impedir y gestionar mejor las catástrofes, hay diversidad de opiniones sobre cómo conseguirlo o evaluar los resultados.

Uno de los principales obstáculos es la tendencia a retrasar el gasto en prevención de desastres, a pesar de que estos fenómenos cuestan al mundo unos 300 mil millones de dólares anuales de media.

«Podemos ver cómo ese número sube conforme más gente sufre. O podemos reducir de forma drástica esa cifra e invertir los ahorros en desarrollo», dijo. Gastar 6 mil millones de dólares anuales en prevención podría ayudar a ahorrar 360 mil millones de dólares para 2030.

«La reducción del riesgo de desastres es la primera línea de defensa contra los efectos del cambio climático. Es una inversión inteligente para las empresas y una sabia inversión para salvar vidas», dijo.