TV para los toluquitas y para MVS

La desastrosa crisis de legitimidad, credibilidad y confianza que azota al «gobierno», fue detonada por las torpes medidas de gasto público, fiscales, financieras, de endeudamiento exterior y ?de «sustracción» de circulante monetario, ejecutadas directa ,exclusiva y excluyentemente por Luis Videgaray.
Pero también por las mentiras, las imposiciones en contra de la opinión pública y de la opinión política y, por supuesto, por los engaños… que no duran ni horas.
Uno reciente: la aparente salida de la licitación por las nuevas cadenas de televisión abierta del camionero mexiquense Roberto Alcántara (remember el escándalo del cobro de peaje en las autopistas de la descentralizada Capufe), cuando en realidad ¡él fue uno de los ganadores!… a través de interpósita persona.
El toluquita Alcántara renunció a licitar abiertamente cuando estalló el escándalo de La Casa Blanca, Higa, el ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña, y su esposa, la señora Rivera. Todo para aparentar –sólo eso: aparentar– que los mexiquenses, quienes ya se habían apropiado de todos los cargos públicos, ya no intentaban quedarse con todos los negocios y bisnes que los cargos públicos les facilitaban.
Alcántara –y los recursos económicos de La Pandilla Atracomulca– lo consiguieron, a final de cuentas.
Porque aunque Francisco Pancho Aguirre Gómez, accionista principal de Radio Centro, no tenía hace meses «ni para caerse muerto» y su empresa estaba, como dicen, “emproblemada”… en un santiamén, ofreció 3 mil 58 millones de pesos por una de las cadenas de TV abierta licitadas hace un par de días.
El otro ganador, Olegario Vázquez Aldir, apenas puso menos de dos terceras partes: 1 mil 808 millones, lo cual debe haber provocado que su padre, Olegario Vázquez Raña, lo felicitara. Le ahorró a su Grupo 1 mil 250 millones de pesos, con lo que bien podrán equipar “a todo lujo” su cadena.
Pero el dinero no es problema para los toluquitas. Les sobra.
Porque Aguirre Gómez se apalancó, primero, con Interacciones, del mexiquense Carlos Hank Rohn, siendo el garante de la carta de crédito el otrora prófugo de la justicia David Peñaloza, hoy de Grupo Pinfra, antes Tribasa, dueño de la autopista más cara de México: la que une a la capital nacional ¡con Toluca!… among all places.
Pero sucedió que cuando Alcántara se salió de la licitación, Aguirre también cambió de banco y de garante. Sustituyó la carta de crédito de Interacciones por otra del Banco del Bajío, y quien avala el instrumento es, ni más ni menos, ¡Roberto Alcántara!, presidente del Grupo Toluca y gran amigo, paisano, de Enrique Peña Nieto.
Para más detalles, quienes han armado el proyecto televisivo son los hermanos Anuar y Luis Maccise –¡también mexiquenses!–, quienes han comprado periódicos, estaciones radiofónicas, canales de cable, páginas web, todo… desde que Enrique Peña gobernaba el Estado de México. Lástima que carezcan de lectores y de audiencia.
Hasta ahí el engaño…
Y viene el escándalo que estallará tarde o temprano: Radio Centro, la empresa de Aguirre Gómez que hace el fronting en este negocio de los toluquitas, cotiza en la bolsa neoyorquina y en la mexicana… y seguro la SEC –aquí no habrá mayor bronca– querrá saber de dónde se hizo de mulas Pedro, digo Pancho. Los otros accionistas, también, por supuesto.
¿Qué les va a decir? ¿Qué es dinero de La Pandilla Atracomulca? No. No lo creo…
Mentiras, imposiciones, engaños que derivan en escándalos… ¿qué más para perder la confianza en los cada vez más ricos, archimillonarios, tolucos?
Trueque: Aristegui por TV Abierta
Justo al mismo tiempo, en las frecuencias radiofónicas de la familia de Joaquín Vargas, “la nueva estrategia de comunicación social” de la Presidencia de la República –tras el cambio de jefe de prensa en Los Pinos– arrancaba una maniobra que, se supone, abrirá el camino para que el canal 52 de MVS sea otra cadena nacional en TV abierta.
Lo peor es que la polémica y muy escuchada conductora Carmen Aristegui, sin proponérselo, dio la pauta para que los Vargas se deshagan de ella, a quien tirios y troyanos identifican cual “la causa política” de que el “autónomo” Instituto Federal de Telecomunicaciones le haya negado a MVS, el año pasado, su solicitud de convertirse en cadena nacional.
Sucede que en la última reunión del Comité Editorial –y en la que participan representantes de los concesionarios y, en ocasiones, ellos mismos– que se celebra todos los lunes, Aristegui no mencionó que sumaría a su noticiero a la plataforma Méxicoleaks. Y tras anunciarlo ella ante los micrófonos, esta semana, MVS la desautorizó con spots y desplegados en la que, lo menos que le dicen, es que abusó de su confianza.
Es más que evidente que, reitero, los Vargas tratan de deshacerse de ella… por las presiones políticas que se ejercen sobre ellos desde Los Pinos y otras dependencias que pagamos los contribuyentes. Les resulta incómoda. Los pone en evidencia una vez sí y otras también.
Tales presiones no habían fructificado… sino hasta que Eduardo Sánchez, nuevo jefe de prensa de EPN y ex empleado de los Vargas –director jurídico de MVS– aparentemente cambió la estrategia para ayudar a sus amigos a incursionar en la TV abierta.
El pretexto –sólo eso: un pretexto– lo dio Aristegui al no comentar su intención de sumar a su noticiero a Méxicoleaks. Y sus empleadores lo aprovecharon, justo cuando están renegociando con la conductora la renovación de su contrato que venció a finales de 2014.
El trueque está planteado. La “cabeza” de Aristegui, a cambio de la señal abierta de TV para el canal 52.
¿Les funcionará, ahora sí, a Los Pinos y a los Vargas?
Sobre el país, una avalancha de desgracias
Juego$ y reguejo$ pala¢iegos, mientras en el país los problemas se nos vienen encima, como avalancha de desgracias que nadie sabe cómo puedan acabar. Somos, ahora mismo, pasto de la crítica en los organismos internacionales. «Asesinos», «torturadores» y «sicarios» con disfraz de servidor público, según las cortes de derechos humanos y la ONU.
?Somos motivo de escarnio entre los corresponsales de prensa en nuestro país, que no sólo nos embarran en la cara los vergonzosos ridículos del jefe del Estado en ruedas de periodistas hechas a modo, sus torpezas, ignorancias y prepotencias. También su incapacidad para hilar tres palabras seguidas en español –¡menos en inglés!– y su morro cantinflesco.
No observamos ni una sola de las recomendaciones de transparencia que hacen los organismos internacionales de la materia. Para colmo, toma posesión la representante de Televisa en la PGR y no declara ni sus impuestos, ni sus intereses en conflicto, ni nada a que la obligue la nueva legislación tan cacareada en las Cámaras, siendo la primera responsable en su supervisión. Dice, por cierto, que no empezará a trabajar, hasta que no le nombren a sus subprocuradores. La procuración de justicia puede esperar.
Y no atendemos ningún consejo que dan las organizaciones civiles, ni las de magistrados, ni las de derechos humanos sobre la inconveniencia de elevar al ministerio de la Judicatura ¡por 15 años! a un individuo que ha rebasado con barbarie los límites de la prudencia en los protocolos de seguridad, tortura, espionaje, tráfico de armas y persecución política. Un auténtico patán.
No atendemos ninguna de las señales de desconfianza que provocan que el dólar esté cotizándose muy por encima de su valor real en el mercado nacional de cambios, a un nivel que afectará tarde o temprano hasta a los codiciosos exportadores.