Intentan traducir el «lenguaje» subterráneo de los volcanes del sur de Chile

En momentos de erupción volcánica se pueden generar hasta 2 mil eventos sís-micos por hora, lo que demanda gran capacidad de interpretación.
De ahí que investigadores de Ingeniería Eléctrica de las universidades de Chile y de La Frontera, más académicos de Ingeniería Informática de la Usach, reunidos en el Proyecto Anillo Centro para la Investigación Multidisciplinaria en Procesamiento de Señales, trabajan en modelos para identificar automá-ticamente algunos patrones de la sismicidad volcánica.
Desde la década pasada, los científicos vienen auscultando los volcanes Villarrica y Llaima en busca de indicadores comunes que permitan desarrollar algo así como un diccionario del lenguaje de los volcanes, que pueda entender un programa computacional.
«Existen patrones sísmicos que son típicos de procesos internos que ocurren dentro de la estructura de un volcán y que podrían ser premonitores de una erupción. Aquí, al igual que en el caso de la sismicidad tectónica, no se trata de una ciencia exacta en la que se pueda predecir una erupción, pero sí se pueden generar elementos de alerta», explica Millaray Curilem, investigadora del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de La Frontera, que dirige el proyecto.
El reconocer sus eventos característicos, la energía que transportan y la periodicidad en la que ocurren, permite identificar algunos estados de un volcán que luego son caracterizados a través del semáforo de alertas del OVDAS. Los más importantes -pero no únicos- son los Volcano Tectónicos (VT), eventos sísmicos producidos por fracturas de roca dentro del edificio volcánico; los Largo Período (LP) son eventos de baja frecuencia que son producidos por movimientos discretos de fluidos, y los Tremor, que son eventos producidos por movimientos continuos de fluidos. Estos tres eventos son los que más se destacan en los registros, pero además se pueden encontrar otros que no están directamente relacionados con el volcán, como un ruido de mayor amplitud debido a condiciones externas, sismos tectónicos o sismos debido al deshielo.
La presentación de estos eventos es, además, muy particular para cada volcán. «Por ejemplo, el tremor puede ser precursor de una situación anormal en el Llaima, pero en cambio en el Villarrica es la ausencia de tremor lo que más preocupa».
Monitoreo en línea
A nivel internacional, la tecnología para automatizar la vigilancia de los volcanes es muy incipiente. Los especialistas reconocen que el mayor desafío es desarrollar un sistema capaz de presentar un alto grado de exactitud y que sea capaz de procesar las señales en línea, al mismo tiempo que el analista humano.
Curilem reconoce que aunque el primer volcán con el que comenzaron a trabajar en el tema de las señales fue el Villarrica, porque poseía un mayor registro disponible sobre sus señales sísmicas, posteriormente migraron al Llaima, que ha presentado una mayor actividad desde 2008 en adelante.
Es así como han acopiado gran información sobre este volcán, que se ha traducido en una publicación científica el año pasado. Actualmente trabajan en el diseño de una plataforma de procesamiento y gestión de las señales sísmicas que provienen de él.
«Nuestra hipótesis es que si se construye un sistema que automatice la identificación de patrones sísmicos para el Llaima, este podrá aplicarse a otros volcanes. La situación actual del Villarrica favorecerá el validar los hallazgos ya realizados».
Control 24/7El Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur, dependiente del Sernageomin, fue creado para la vigilancia y monitoreo de los volcanes más peligrosos del país y proporcionar información a las autoridades. Analiza las señales sísmicas, y también los gases y deformación de las estructuras.