El Papa Francisco provocó polémica con el gobierno argentino al manifestar su preocupación por el avance del narcotrá-fico en el país.
«Con respecto a Argentina, puedo decir sólo esto: hace 25 años era un lugar de paso de la droga, hoy en día se consume. Y no tengo la certeza, pero creo que también se fabrica», explicó en una entrevista con el periódico La Cárcova News. Cárcova es una villa de las afueras de Buenos Aires en donde el Papa solía realizar trabajo social cuando todavía era el Cardenal Jorge Ber-goglio.
En la entrevista, Francisco consideró que «la droga avanza y no se detiene. Hay países que ya sonesclavos de la droga y nos preocupa.
Lo que más me preocupa es el triunfalismo de los traficantes. Esta gente ya canta victoria, han vencido, han triunfado. Y eso es una realidad». El jefe de Gabinete, Aníbal Fernán-dez, rechazó la posición del Papa y aclaró que ni siquiera Naciones Unidas ha identificado a Argentina como un país fabricante de drogas «ni mucho menos de consumo».
Recordó que hace seis años, cuando él era ministro de Justicia, «hicimos una encuesta de hogares, que arrojó un mínimo ascenso de cocaína y mariguana, y sí había un asombroso ascenso del alcohol y de drogas legales».
El problema es que el gobierno ha dejado de hacer dichas encuestas y ahora no se sabe con certeza si ha aumentado o no el consumo entre la población, y tampoco se han actualizado las cifras sobre incautaciones.
Con respecto a la capital, el Observatorio de Políticas Sociales en Adicciones de la ciudad de Buenos Aires, dio a conocer el pasado domingo, en el diario La Nación, los resultados de una encuesta a estudiantes de escuelas secundarias de Buenos Aires.
La investigación reveló que en los cuatro años el consumo de drogas ilegales prácticamente se duplicó, ya que aumentó del 12 al 21% en el caso de la mariguana, del 1.0 al 4.0% para el éxtasis y del 2.0 al 4.0% para la cocaína.