Entre un farsante y un payaso: ¿Cuál es la distancia y en qué se asemejan? Muchos están sorprendidos por la profesión de muchos de los nuevos candidatos al poder Legislativo y hasta para el Ejecutivo de distintas entidades; que para el caso se pueden citar desde futbolistas venidos a la farándula, hasta quienes de actores y payasos se ganan la vida.
Sin embargo, esto no es novedad. Cada elección tiene su dosis de aspirantes conocidos entre el electorado pero con nula trayectoria política. Se valen sus aspiraciones, lo que no es aceptable es que no exista autocrítica de su parte por sus capacidades para gobernar o legislar, dado que deberán trabajar en pro de los mismos que les pagan.
Hace unos días, el payaso “Lagrimita” –Guillermo Cienfuegos–, aspirante independiente a gobernar desde la alcaldía de Guadalajara, en Jalisco; señalaba que la gente lo empieza a tomar en serio, no obstante lo vea caracterizado como un payaso.
Lo toral, no es si los votantes tomamos o no en serio a los suspirantes a un puesto en el Legislativo o en el Ejecutivo, sino si ellos ya una vez en el poder nos toman en serio a nosotros.
El círculo vicioso del olvido de las necesidades de los gobernados desde el poder, es difícil de romper. Más si ahora mismo como en otras ocasiones quienes nos gobiernan y hasta quienes organizan las elecciones, se niegan a reconocer que la jornada electoral del próximo domingo 7 de junio, pueda estar en riesgo.
Para los mexicanos lo mismo es el blanco que el colorado, el amarillo, el turquesa, el verde, el azul, el blanco o el naranja. Estamos no sólo desanimados, sino también desconfiados de las promesas que no se cumplen y que cada vez más parecen hasta una burla hacia nosotros.
En México, la democracia electoral, no existe porque no sólo se trata del derecho a votar y a ser votados, hay mucho más. Mucho menos hay igualdad, ni justicia social y económica.
Estaría bien que de manera independiente a quienes sean los candidatos al poder político, que una vez que llegue ahí, nos tomen en serio. Que no hagan arreglos cupulares, ni entre pares; sino que vean por el bienestar de los mexicanos a corto, mediano y largo plazo; porque aquello de que se legisla y gobierna para el futuro, de plano ya no lo creemos.
No importa que sean payasos, actrices o deportistas venidos a menos; pero por favor; tómense en serio sus nuevas tareas.
Acta Divina…»Tenemos un equipo muy importante, gente preparada, en las finanzas y en cualquier ámbito, jóvenes que están buscando una oportunidad y que no están viciados, nos estamos rodeando de gente muy talentosa, valiosa y con sentimientos», señaló Guillermo Cienfuegos, el payaso «Lagrimita», quien busca como candidato independiente la alcaldía de Guadalajara, Jalisco.
Para advertir… Porque la farándula y la política se funden entre sí.