La Final de la Copa del Rey se convirtió en un dilema político en España.
El encuentro, que será jugado por catalanes y vascos, Barcelona y Athletic de Bilbao, le molesta a la política conservadora de España.
La Presidenta del Partido Popular de España en Madrid, Esperanza Aguirre, pidió al Barcelona y al Athletic de Bilbao no jugar la Final de la Copa del Rey, «sobre todo si, como ha ocurrido con el Barça y el Athletic de Bilbao las últimas veces en que han llegado a la final, sus seguidores han aprovechado la lógica solemnidad del acto para dar una exhibición de odio al resto de los españoles», escribió la servidora pública en su columna en el Diario El Mundo.
Y es que, de acuerdo a la Presidenta del Partido Popular, la Copa del Rey es «para cualquier deportista, el mayor honor que puede obtener dentro de su nación.
Por eso, todos los clubes de fútbol españoles han luchado siempre denonada-mente por conseguir esa Copa que los acredite como Campeones de España». Bajo la lógica de Aguirre, las aficiones del Barcelona y el Athletic de Bilbao le faltan al respeto a la nación española al abuchear o silbar el himno español y al Rey. Por ello, «el que desprecia la Nación española, tiene poco sentido que se presente a una competición cuyo premio es, precisamente, el reconocimiento que le queremos tributar los ciudadanos. Un premio que, en representación de todos, lleva el nombre de Su Majestad el Rey», expresó la política española.