Moscú
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reconocido que ordenó la anexión de Crimea horas después de que el Parlamento ucraniano depusiera de su cargo a Víktor Yanukóvich, una semana antes de que las autoridades regionales de la península se rebelaran contra Kiev y convocaran el referéndum independentista.
La televisión estatal rusa «Rossia» adelantó anoche algunas escenas de un documental que se emitirá en los próximos días y en el que el jefe del Kremlin contará los detalles de la anexión de Crimea y de la operación especial para sacar a Yanukóvich de Donetsk, su ciudad natal adonde huyó de Kiev en la madrugada del 22 de febrero.
«Habíamos colocado metralletas de gran calibre para no tener que hablar. Estábamos preparados para sacarlo del mismo Donetsk, por tierra, mar y aire. En la noche del 22 al 23 de febrero, cuando acabamos cerca de las 7 de la mañana, dije a los colegas que debemos empezar a trabajar en recuperar Crimea para Rusia», reconoció Putin.
Aunque Putin ya había reconocido la participación de las tropas rusas en la anexión de Crimea, siempre había asegurado que esa intervención fue puesta en marcha para garantizar la celebración del referéndum sobre la reunificación convocado por las autoridades prorrusas de la península el 1 de marzo.
«Realmente hemos usado nuestras Fuerzas Armadas, pero solo para dar a la gente que vive en este territorio la posibilidad de expresar su opinión sobre su futuro», dijo Putin en la ciudad crimea de Yalta en agosto del año pasado.
Por lo demás, el presidente ruso siempre ha defendido que Crimea es un territorio históricamente ruso que fue injustamente integrado en Ucrania en 1954, cuando ambos formaban parte de la Unión Soviética.
El 16 de marzo de 2014, hace prácticamente un año exacto, Crimea celebró un referéndum no reconocido por Kiev ni por la comunidad internacional en el que casi un 97 % de los votantes dijo sí a la reunificación con Rusia.
Sólo dos días después, el 18 de marzo, Rusia consumó la anexión de territorio ucraniano en un solemne acto en el Kremlin, en el que Putin y los líderes de la península firmaron el tratado bilateral por el que la república de Crimea y la ciudad de Sebastopol se convirtieron en dos nuevos miembros de la Federación Rusa.