El Banco Central Europeo ha dado la orden de largada de su plan de estímulo por 1.1 billones de euros (1.2 billones de dólares) mediante la compra de bonos de gobierno.
La autoridad monetaria de los 19 países que usan el euro confirmó el lunes que había iniciado las compras con el objetivo de abaratar el crédito, impulsar el crecimiento y elevar la inflación. El presidente del BCE, Mario Draghi, había anunciado la fecha de inicio la semana pasada, lo cual provocó un alza de las acciones y una baja del euro.
Los bonos son adquiridos a bancos y otras instituciones financieras con dinero nuevo.
Preocupa en particular al jefe del BCE la inflación negativa de 0.2% anual, señal de la debilidad económica que aqueja a la unión monetaria frente a la enorme deuda pública.
El BCE ha dicho que comprará 60 mil millones de euros por mes en bonos de gobierno y empresarios hasta septiembre de 2016, y en todo caso hasta que la inflación empiece a aumentar hacia el objetivo de algo menos del 2%.
Los rendimientos de los bonos del gobierno han empezado a bajar anticipando el inicio del programa. Algunos bonos de la eurozona tienen rendimiento negativo, lo cual significa que los inversores pagan al gobierno por prestarle dinero.
Se espera que una consecuencia clave del programa sea el debilitamiento del euro, lo cual ayudaría a los exportadores. La mayor cantidad de euro circulante ayuda a reducir el valor de la moneda expresado en su tasa de cambio. Las tasas de interés bajas o negativas alientan a invertir en una moneda con tasas más altas como el dólar estadounidense.
Los bonos de gobierno alemanes a 10 años tienen ahora un rinde de apenas 0.29%, mientras que el de los bonos del Tesoro estadounidense es de 2.22%.
El euro se cotizó a 1.09 dólares el lunes, comparado con casi 1.40 en mayo de 2014. Algunos analistas piensan que se marcha hacia la paridad euro-dólar.