La convocatoria a la ciudadanía, formulada por algunos grupos de la comunidad nacional y local, a una huelga político-electoral en la modalidad de la anulación intencional del voto, fue considerado ayer por la arquidiócesis de San Luis, al través de su Vicario general, Benjamín Moreno, como “un acto terrorista”.
Advirtió que al no participar en el proceso electoral, los ciudadanos estarían abriendo las puertas para que unos pocos y mañosos, decidan el rumbo nacional.
Moreno Aguirre, asimismo, insistió en que los candidatos a los diversos cargos de elección que se definirán con el voto ciudadano este 7 de junio, para que se muevan con mucha honestidad, en el marco de sus campañas proselitistas, que acudan a realizar propuestas objetivas y que se cumplan puntillosamente durante el ejercicio del mandato.
Llamó a los candidatos a la civilidad, evitando pleitos y descalificaciones; a abrir los oídos a la ciudadanía, conocer sus necesidades y a comprometerse en el esfuerzo de una solución conjunta, porque sólo así se podrá crecer en el marco del proceso democrático.
Interrogado sobre las millonarias prerrogativas económicas liberadas para los partidos políticos en un barbárico contraste con la insuficiencia económica y la abierta pobreza de las mayorías nacionales, el sacerdote dijo que la Iglesia espera que se proceda a la implementación de medidas de austeridad que respondan a esta situación: México está empobrecido y, cada vez, el poder adquisitivo de la gente, es menor, por lo que este tipo de derroche es impermisible; pidió a los partidos y candidatos apegarse a los topes marcados por la legislación electoral el INE y el CEEPAC.
Sobre los llamados que se han realizado a la no participación de los ciudadanos en el proceso electoral y las propuestas –incluso formuladas por un jerarca católico –Raúl Vera, Obispo de Saltillo—, a la conformación de una Nueva Asamblea Constituyente, por considerar que el Sistema Político-E lectoral ya tocó el fondo de la corrupción, el Vicario arquidiocesano, señaló que:
—Invitar a no participar en el proceso democrático es una invitación terrorista. A nadie –consideró, esta eventual acción—nos deja un beneficio.
Todos estamos llamados –abundó—a vivir tres pasos en este momento democrático: Primeramente, el momento de las campañas, que es para conocer los candidatos, sus plataformas, darse cuenta de las propuestas; el segundo momento es el momento del voto, que tiene que ser responsable, razonado, libre, sin coacciones de ningún tipo y, el tercer momento: la revisión de los compromisos, una vez que un candidato ha asumido el poder, para estar evaluando el cumplimiento de lo que se prometió en las campañas.
Se manifestó en desacuerdo con la propuesta de instauración de una Nueva Constituyente, presentada por el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, aunque reconoció que México vive un fuerte (extendido y profundo) problema de corrupción que deriva en la sospecha pública de la forma de conducirse de los partidos y los políticos, por los recurrentes acuerdos a que llegan por debajo del agua… Sin embargo, no es el momento de tomar esta postura (radical) porque –dijo—yo creo que la participación ciudadana siempre va a empujar hacia el crecimiento.
La postura y el llamado de la iglesia es que se participe, porque si nos sustraemos de participar, estaremos permitiendo que unos pocos y mañosos sean los que decidan.