El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales, aseguró que los mexicanos cuentan hoy con un Poder Judicial fuerte, independiente y consolidado para impartir la justicia que demanda la ciudadanía.
Al cumplirse el bicentenario de la instalación del Supremo Tribunal de Justicia para la América Mexicana emitió un mensaje en el que recordó que la Constitución de Apatzingán, de 1814, estableció que requería de los miembros del mismo: “Buena reputación y patriotismo acreditado con servicios positivos y luces no vulgares para desempeñar las augustas funciones de este empleo”.
Destacó que “la distancia frente a aquellos acontecimientos históricos nos obliga a reflexionar y hacer propias las virtudes de nuestros forjadores que tuvieron la tan significativa labor en beneficio de los ciudadanos: perseverancia por organizar un Poder Judicial independiente, visión para perfeccionar las instituciones públicas, y el interés por generar condiciones que procuraran seguridad pública y paz social”.
Aguilar Morales expuso que “como receptores del legado del Tribunal de Ario, sabemos que hoy en día contamos con un Poder Judicial fuerte, independiente y consolidado, con toda la capacidad para garantizar el derecho de toda persona a que se le administre justicia en plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo resoluciones de manera completa, imparcial y gratuita”.
Durante la celebración del Día del Juzgador Mexicano, a través de la entrega del premio Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia (AMIJ), reconoció la trayectoria de 10 impartidoras e impartidores de justicia locales y federales, entre ellos, la del magistrado en retiro Guillermo Velasco Félix, “quien tras cumplir 75 años de edad y 44 de servicio ininterrumpido se retiró con toda dignidad de la actividad jurisdiccional”, destacó el ministro.
Ante integrantes del máximo tribunal y del Consejo de la Judicatura Federal, el ministro presidente recordó que “la carrera judicial responde a una vocación, a un compromiso profesional de vida, a una actitud que nos orienta por los caminos de la justicia, misma que se labra día con día, en cada resolución, en cada acuerdo, en cada momento de reflexión y estudio, en cada reunión con el equipo de trabajo y en cada interacción con nuestros semejantes”.
Por ello, mencionó que “siendo congruentes con nuestra vocación, a los integrantes de los órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la Federación nos corresponde exigir e imponer a toda autoridad, de cualquier nivel, el respeto irrestricto de los derechos humanos y el cumplimiento de la ley, mediante resoluciones vinculatorias y coercitivas”.