Habitantes de la colonia Chinampac de Juárez, en la delegación Iztapalapa, temen por su seguridad ante el peligro que genera una gasera que llena cilindros a particulares, de manera clandestina
Con pocas medidas de precaución, vecinos de la colonia Chinampac de Juárez, en la delegación Iztapalapa, llenan sus tanques de gas LP en un predio que ofrece este servicio a un bajo costo.
Desde muy temprano, automóviles se forman para ingresar al lugar, así como personas con sus cilindros de gas, en los hombros o en diablitos, para que éstos sean llenados.
El lugar está ubicado a un costado de la Calzada Ignacio Zaragoza, en la avenida Guelatao. Uno de los peligros que algunos ven es que se ubica a un costado de una Unidad Habitacional y en frente está la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM.
Las personas que asisten a este lugar llegan en vehículo a pie o con diablo, aunque la mayoría —que vive por la zona— llega cargando el cilindro.
El encargado señala a los clientes que se deben formar en una sola fila, por lo que los vehículos son estacionados a un costado.
La gente acerca sus tanques a una pipa con capacidad de 5 mil kilos, que sólo debería llenar el depósito que surte las pipas que abastecen los tanques estacionarios de la zona.
Cilindros de 5, 10, 20 y 30 kilos son llevados a este lugar para llenarlos de acuerdo con la capacidad económica de las personas. Artemia, quien espera a que sea llenado su tanque de gas de 30 kilos, atado a un diablo con el cual lo transporta cada mes, comenta:
“Vengo a llenarlo aquí porque sale más económico, pero también porque puedes ponerle lo que tú tengas, a veces no tengo para llenarlo y le pongo 100 pesos y así no me quedo sin gas y no gasto todo de un jalón”.
El tanque de 30 kilos es llenado en este lugar con 287 pesos y el de 20 se llena con 196 pesos, comparado con las tarifas oficiales, las rebajas son de alrededor de 100 pesos —el tanque de 20 kilos cuesta 282.80 pesos y el de 30 kilogramos cuesta 424.20 pesos.
“Te ahorras un ‘dinerito’, sabes que es tu tanque y además es seguro que te lo llenan bien, porque luego los tanques que te trae el camión están a la mitad, yo me ahorro 200 pesos cada que llevo mis dos tanques, los lleno y me sale en casi 400 pesos y si los trae el camión son 600, más la propina”, afirma Uriel, un cliente de este establecimiento.
En cuanto el despachador toca el tanque de gas, le hace una señal a otra persona y los clientes avanzan hacia él, quien les cobra el gas.
“Ya que sea tu turno, el despachador te dice a quién le pagas y en esa tabla están los precios, te fijas cuánto quieres ponerle y le dices al que cobra, el que despacha sólo pone la manguera y la quita”, señala Artemia.
El tanque es rodado hacia el despachador, una nube de gas sale cuando abre la llave y le inserta la manguera que los abastece, unos minutos después, al quitar la manguera, sale otra nube del combustible. “Es peligroso y ya hasta me mareé”, creo que todos sabemos los riesgos y somos muy cuidadosos para que no nos explote esto, pero la necesidad es lo que nos motiva a venir, no todos tenemos para un tanque de gas que trae el camión y, pues, si todos tenemos que calentar los alimentos y si aquí puedes llenarlo hasta con 100 pesos, así seguiremos”, comentó Uriel.
Vecinos cercanos a este establecimiento temen que se registre un accidente como el ocurrido el pasado 29 de enero en el Hospital Materno Infantil en Cuajimalpa, por lo que solicitan a las autoridades correspondientes a que supervise el inmueble.
Pero la delegación informó que desconoce si el establecimiento cuenta con las medidas necesarias de protección civil: “La delegación no ha recibido reporte sobre ese lugar, desconozco si Protección Civil ha hecho supervisiones, conozco el lugar, pero no su historia, ya tiene muchos años ahí, eso le corresponde a otra dependencia”, dijo Salvador Rodríguez, director de comunicación social de Iztapalapa.