El destino, ensañado con Julio Nava

Suspendido hasta agosto por una irresponsabilidad médica, Julio Nava le añade otros dos factores a su drama: la incertidumbre porque termina contrato con Chiapas y el riesgo de apelar porque la sanción podría ser mayor.
El abogado del jugador, Gonzalo Zubillaga, explicó que por ello analizarán la opción de inconformarse ante el Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD) de la CONADE o el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pues al revisar el caso podrían considerar insuficientes los ochos meses de castigo que dictaminó la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol.
“Hay un riesgo de que incluso pudiera revisarse la sanción y aumentarse”, explicó a Medio Tiempo.
Para apelar en el CAD tienen 15 días como plazo, mientras que para el TAS es de 21.
Prácticamente todas las circunstancias le jugaron en contra a Nava, ya que en noviembre pasado el doctor Ariel Rojas le habría suministrado una inyección con Bethametasone, prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje.
De ello informó al jefe médico de Jaguares, Juan Manuel Mejía, quien falló al no avisar y cumplir con el protocolo, pues la WADA permite esa sustancia bajo ciertas condiciones.
“El deportista es responsable de las sustancias que entran a su cuerpo. Sin embargo, en la práctica normal sabemos que difícilmente un deportista va a cuestionar al doctor sobre la prescripción y los medicamentos que le suministren”, agregó Zubillaga.
Pero el destino se ensañó con Nava, quien hoy tendría cuatro y no dos meses de sanción cumplida en caso de que el laboratorio de la CONADE no se hubiera saturado de exámenes por los Juegos Centroamericanos, que derivaron en una tardanza de dos meses para la notificación.
DE LOS MALES, EL MENOR
El castigo por dopaje es de dos años cuando no hay atenuantes, y en el nuevo Reglamento de la WADA que está por entrar en vigor, la pena aumenta a cuatro años.
“Ocho meses parecería un plazo razonable, sin embargo, es muy duro para un futbolista como él”, agregó Zubillaga.
Éste añadió que Jaguares ha tenido gestos de apoyo para Nava, que además debe entrenarse por separado, y que no hay cláusulas en el contrato para que le dejen de pagar. Sin embargo, a menos que, suspendido, el jugador logre una extensión de contrato, la relación laboral no va más allá del Clausura 2015. “Terminaría este torneo, efectivamente”, reveló el abogado.