Como una señal indeseable, definió la arquidiócesis de San Luis Potosí el que las autoridades públicas estén procediendo a la contratación, en calidad de servidores, de personas que carecen del perfil de educación, conocimiento y experiencia para la atención de la ciudadanía, situación que describe a no menos del 30 por ciento de la gruesa burocracia gubernamental, incluyendo los funcionarios de primer nivel.
Juan Jesús Priego Rivera dijo que la incrustación de personajes sin perfil académico en los diversos encargos y responsabilidades de la administración pública no puede sino calificarse como una mala señal que desde las instituciones se está enviando a las nuevas generaciones, en el sentido de que no es necesario prepararse y que basta con contar con “padrinazgos” y “palancas”.
Llamó a los responsables de la valoración de los trabajadores a definir las características y responsabilidades de cada plaza, para no incurrir en la contratación de personas que no son capaces, en realidad, de desempeñarlas con corrección y responsabilidad, haciendo referencia a los llamados “aviadores” y “recomendados”.
Dijo que en este sentido se ha enfocado el constante llamado que la Iglesia hace a los partidos políticos para que definan correctamente los perfiles que se requiere al definir las candidaturas para cargos públicos de elección popular; en esta misma lógica se ha solicitado a los servidores públicos el diseño y ejecución de los perfiles más adecuados, por su capacidad, y experiencia para los cargos del servicio público, despojándose de las malas prácticas derivadas del influyentismo.
