Amplían medidas de seguridad en los templos

La inseguridad campea y acecha a todos, absolutamente a todos, en lo que se refiere a las condiciones de deterioro de las edificaciones antiguas, entre las que se encuentran, desde luego, muchos templos, en particular, de las edificaciones que se corresponden con los Siglo XVII y XVVIII, admitió ayer el portavoz arquidio-cesano Juan Jesús Priego Rivera.
El sacerdote se refirió a los trágicos acontecimientos que desde el campanario del Templo del Señor del Saucito, al Norte de esta ciudad capital, derivaron en la muerte de un menor de edad.
Interrogado sobre la certidumbre jurídica y la protección de derechos de los trabajadores de los templos integrados a la Asociación Religiosa Arquidiócesis de San Luis Potosí, señaló que “todos los trabajadores se encuentran asegurados”.
Tales hechos derivaron asimismo la ampliación de medidas y protocolos de seguridad, en este caso para los mayordomos de los templos, encargados del repicar de las campanas, para evitar su eventual repetición; sin embargo, existen costumbres ancestrales que no son fáciles de erradicar.
Asimismo, y con relación a las investigaciones y pesquisas judiciales que se siguen para ubicar al ex sacerdote Eduardo Córdova Bautista, considerado como evadido de la justicia potosina, el sacerdote reiteró el posicionamiento que al respecto reiterara el pasado domingo el propio arzobispo, en el sentido de que la Iglesia no evadió su responsabilidad y obró conforme a su legislación interna (el derecho canónico) y, asimismo, al presentar la denuncia correspondiente ante las autoridades de la Procuraduría General de Justicia en el Estado.
Indicó que desde los hechos la arquidiócesis ha colaborado en todo lo que las autoridades civiles le han requerido, con el ánimo de contribuir con el suministro de justicia que se requiere de parte de las víctimas del ex ministro religioso, sin encubrirlo.
Por otra parte, destacó que, en lo que se refiere a la constante de robos sacrílegos que ocurren en los templos católicos y que en fechas recientes se han orientado al saqueo de alcancías y cepos de limosnas, se ha emitido la alerta correspondiente a los feligreses y se ha tratado en la medida de lo posible de adoptar las recomendaciones de seguridad libradas por las autoridades, consistentes en la colocación de alarmas y cámaras de video-vigilancia.