Los australianos Andrew Chan y Myuran Sukumaran, intentaron traficar con más de ocho kilos de heroína desde Indonesia a Australia en 2005
Los australianos Andrew Chan y Myuran Sukumaran, sentenciados a muerte por un tribunal de Indonesia, tras ser acusados de narcotráfico, fueron trasladados a celdas de aislamiento en el centro de Java en espera de su ejecución.
Los dos presos, que intentaron traficar con más de ocho kilos de heroína desde Indonesia a Australia en 2005, fueron sentenciados a la pena capital y desde entonces el gobierno australiano intenta evitar que se ejecute la sentencia.
El primer ministro de Australia, Tony Abbott, pidió a fines de enero a Indonesia «reconsiderar» su decisión de ejecutar a dos ciudadanos australianos que se encuentran en el corredor de la muerte.
Chan y Sukumaran llegaron este miércoles al puerto de Cilacap, y los llevaron a la prisión de la isla Nusakambangan, donde serán ejecutados, después de haber sido sacados de la prisión de Kerobokan, en Bali, en un vehículo blindado de la policía.
Su traslado, en vehículos militares con un helicóptero de apoyo y guardias de élite, fue un espectáculo de fuerza en comparación con un tercer preso trasladado también este miércoles, un traficante de drogas de Indonesia que se produjo en una pequeña furgoneta.
El anuncio de las ejecuciones podría producirse en cuestión de horas o días, pero el fiscal general Muhammad Prasetyo está obligado a darles 72 horas de antelación.
El fiscal general señaló que el proceso se lleva correctamente y sin prisas, y que por eso no hay fecha de ejecución, reportó el canal de noticias Sky News de Australia.
Los dos australianos están entre un grupo de 10 presos senteciados a muerte por delitos relacionados al tráfico de drogas en espera de hacer frente al pelotón de fusilamiento.
Indonesia, que en enero pasado ejecutó a seis personas, entre ellas a un brasileño, tiene un total de 133 prisioneros en el corredor de la muerte, de los cuales 57 son por narcotráfico, dos por terrorismo y 74 por otros delitos.