La primera bailarina Elisa Carrillo lamenta que el sector cultural sea el primer sacrificado cuando hay crisis. “A mí me da mucha tristeza saber que siempre el presupuesto para la cultura es el que tienen que reducir; yo desgraciadamente no puedo hacer mucho en ese sentido, pero lo que pueda hacer, aunque sea algo mínimo, un pequeño apoyo, voy a tratar de hacerlo siempre. Aunque uno no tenga apoyo de las instituciones culturales es necesario seguir haciendo algo por el país”.
La destacada artista habla vía telefónica desde Alemania, donde es primera bailarina del Ballet de Berlín. Carrillo acaba de triunfar en una más de sus facetas, la de apoyar a jóvenes bailarines. A través de su fundación, la artista logró llevar un grupo de bailarines para participar en el Festtpiel Haus Teather, de la capital alemana.
Los privilegiados han pagado en grande el viaje: David Pérez Enciso obtuvo el primer lugar en su categoría en ballet, mientras que veinte niños de Antorcha Campesina ganaron el tercer lugar en baile folclórico, con la Danza azteca, en un certamen en el que participaron mil 600 niños procedentes de 28 países.
En ese trabajo, Carrillo ve su principal aportación: “Las carreras artísticas son difíciles, uno tiene que buscar el talento que tiene, muchas veces son carreras que no son bien pagadas, muchas veces se piensa que si eres artista no tienes una carrera sino un hobby y al contrario. Yo creo que la cultura, las bellas artes, son la manera de llegarle al corazón a los seres humanos, los artistas tenemos la manera de expresarlo, son de las cosas que deben formar parte de la educación desde que eres pequeño”. La cultura, dice, “ayuda a que los niños crezcan con otros sueños, con otros deseos, que no desvíen la mente y se metan en cosas malas, ayuda a que los niños estén enfocados en otras cosas, que tengan otra manera de distraerse. La música, la danza son expresiones que la gente necesita para vivir, son cosas que uno tiene por naturaleza ¿por qué no trabajar en eso desde la educación?”, se pregunta.
La idea de llevar a niños mexicanos al certamen alemán surgió tras el viaje que Carrillo realizó a Tecomatlán, Puebla, donde vio bailar al grupo de niños, en agosto de 2014. Actualmente, Carrillo Cabrera continúa con la temporada en el Staatsballet de Berlín, donde está participando en Cenicienta, Oneguin y Giselle.
En 2015, señala la bailarina, la actividad también continuará con gran intensidad. En Berlín tendrá dos estrenos más hasta que termine su temporada en junio; para el 4 de julio viajará a San Petersburgo, Rusia, para actuar en el Teatro Mariinsky II, donde presentará el espectáculo Infinita Frida, que se presentó hace tres años en México.
Este año también Carrillo repetirá sus galas Elisa y amigos, en el Centro Cultural Bicentenario del Estado de México, los días 17 y 18 de julio.
“Estoy trabajando en el programa, pero, bueno, son dos oportunidades que tenemos para presentarnos en el país. Posiblemente realizaré también otras funciones en el interior de la República y estoy trabajando en otras funciones”, dice.
Nacida en Texcoco, Estado de México, Carrillo inició sus estudios en el INBA, después continuó en la Escuela Nacional de Danza Clásica (INBA) y posteriormente en The English National Ballet School en Inglaterra. Posee el grado de Maestra de Ballet, otorgado por el Ministerio de Cultura.
de La República Alemana y de la John Cranko Schule Stuttgart, Alemania; además es miembro del Consejo Internacional de Danza de la UNESCO.
La primera bailarina es presidenta de la Fundación Elisa Carrillo Cabrera, que tiene entre sus funciones fomentar el estudio del ballet en México y conseguir becas de escolaridad para que el niño o niña que gane el primer lugar en un concurso que se organiza cada año, pueda irse a estudiar durante doce meses a una escuela de ballet en Europa, gracias a los 25 mil dólares que entrega el gobierno del Estado de México.