Niega Arzobispo haber encubierto a Córdova Bautista

La arquidiócesis de San Luis Potosí reiteró ni encubre ni protege al ex sacerdote Eduardo Córdova Bautista, a quien juzgó conforme a derecho canónico, expulsó del Estado Clerical y denunció ante las autoridades civiles, al encontrarse elementos de presunción en su responsabilidad por la comisión de delitos sexuales en la modalidad de pederastia.
Insistió en rechazar los señalamientos que desde la organización civil víctimas pederastas y desde voces como las del es sacerdote Alberto Athié Gallo, han insistido en señalar un presunto encubrimiento de Córdova Bautista.
Jesús Carlos Cabrero Romero aseguró que la instrucción librada y seguida por los integrantes de la Arqui-diócesis de San Luis Potosí se concreta como “Cero Tolerancia” hacia quienes entre sus miembros hayan incurrido o hayan sido denunciados por delitos de abuso sexual y pederastia.
El jerarca católico potosino dio lectura a un comunicado que, a ese respecto, detalla las acciones realizadas por la arquidiócesis tan pronto se tomo el conocimiento de las denuncias orientadas contra Córdova Bautista.
Cabrero Romero dijo que el 11 de abril de 2014 la Iglesia Potosina se declaró en deuda con las víctimas de pederastia, y procedió a sujetar a un proceso canónico a los involucrados, estableciendo una política de “Cero Tolerancia”.
El 14 de abril de ese mismo año, el portavoz arquidio-cesano, Juan Jesús Priego, recordó el arzobispo, se reconoció la postura de la Iglesia a favor del esclarecimiento puntual de los casos de pederastia. Un mes más tarde, el 16 de mayo, se emitió un comunicado en el que se informó sobre la primera sentencia dictada el 29 de noviembre de 2008 por el Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis en e l que, entonces, se declaraba como inocente al entonces sacerdote Córdova Bautista.
Ese día 16 de mayo de 2014, se informó a la comunidad, el inicio de la apertura un nuevo proceso de revisión, instruido a partir de mayo de 2013, con la llegada del propio arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero. Además, a través de un comunicado abierto, la arquidió-cesis se comprometió con la garantía del respeto del derecho de las víctimas, asegurando que se procedería a tomar las medidas necesarias para ello.
Más tarde, en consecuencia con este compromiso, el 24 de mayo de 2014, se emitió un segundo comunicado abierto, con la finalidad de dar cuenta de la suspensión de licencias ministeriales de Eduardo Córdova, a partir del 23 de abril de 2014, invitando al gobierno del estado (sic) realice sus propias investigaciones al respecto y que le corresponden.
El 11 de octubre de 2014, el arzobispo pidió perdón a las víctimas y “manifiesta indignación y dolor, como Iglesia, ante los hechos de pederastia y el sufrimiento de las víctimas; además, advierte que la Iglesia no tolerará ni encubrirá ninguno de estos delitos”.
El 22 de febrero de 2015 se emite un tercer comunicado para declarar en relación con la aparición de un espectacular que afirmaba “el encubrimiento es un delito” y asentar la postura y competencia de la Iglesia potosina, dando cuenta de los procedimientos librados en su interior contra Eduardo Córdova, expulsado del estado clerical, que es la pena máxima (contemplada por el derecho canónico) para los clérigos e informar que se ha contribuido con todo lo solicitado por las autoridades civiles y reiterar su disposición de colaboración. Resaltó que (las autoridades eclesiásticas potosinas, por él encabezadas) “nos hemos visto bajo la lupa de unos medios y, lo único que queremos decir con todo lo anterior es que hemos actuado conforme a lo que nos corresponde”.
Las dudas que se generen en torno a esta postura –comprometió—podrán ser aclaradas el miércoles próximo con el portavoz Priego Rivera y, de no ser así, con el propio arzobispo.