Investigadores de Perú, Estados Unidos, Francia y Holanda descubrieron los fósiles de siete especies de cocodrilos, tres de ellas desconocidas hasta el momento, que habitaron la Amazonia peruana hace trece millones de años, informó la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
El descubrimiento fue publicado en la revista científica inglesa Proceedings of the Royal Society B tras una investigación de doce años, iniciada en 2002, para buscar afloramientos rocosos cerca de la ciudad peruana de Iquitos, que preservaran evidencias de vida durante el Mioceno, entre hace unos 15 y 11 millones de años de años.
El estudio describe «tres especies totalmente nuevas para la ciencia», entre ellas un «extraño caimán» denominado «Gnatusuchus peba-sensis», cuyas particularidades eran un hocico «extremadamente corto y ancho, y una mandíbula en forma de pala, con dientes globulares en la parte posterior».
Los científicos sugirieron que la aparición del «Gnatu-suchus» está relacionada con un periodo de gran diversidad y abundancia de molus-cos en los pantanos que inundaban la selva antes de formarse el río Amazonas.
El encargado del Departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural de la UNMSM, Rodolfo Salas-Gis-mondi, explicó que el «Gna-tusuchus» usaba su mandíbula «como una pala, y probablemente la enterraba en el fango para buscar bivalvos».
Las otras dos nuevas especies de caimanes «moledo-res» son el «Kuttana-caiman iquitosensis», un reptil primitivo, y el «Caiman wannlangs-toni», emparentado con ciertos caimanes modernos.
Los investigadores también encontraron los primeros restos de fósiles del caimán enano «Paleosuchus», que presentaba «un hocico más largo y alto, apropiado para capturar presas variadas como peces y otros verte-brados».
El hallazgo se produjo en un yacimiento de apenas veinte metros cuadrados en un lugar de la Amazonía que albergó «la mayor concentración de especies de cocodrilos coexistiendo en cualquier tiempo o lugar de la historia de la Tierra», según el comunicado de San Marcos.
«Hemos descubierto ese momento especial en que el ecosistema de humedales alcanzó su pico en tamaño y complejidad, justo antes de su desaparición.
Coexistían caimanes de todos los linajes, desde los arcaicos con hocicos anchos hasta los de dientes globulares», añadió Salas-Gismondi.
El curador de la Colección de Mamíferos Fósiles del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, John Flynn, comentó que la cuenca amazónica moderna contiene «una de las biotas más ricas del mundo, pero se conoce muy poco sobre sus orígenes».
«Debido a que este lugar es actualmente un tupido bosque tropical, nuestra oportunidad de encontrar rocas antiguas y fósiles es muy limitada. (…) En esas duras condiciones de trabajo, encontrar un yacimiento de tal magnitud en la Amazonía es una verdadera hazaña», valoró Flynn.
Además de Salas-Gismondi y Flynn, también participaron del hallazgo los investigadores franceses Pierre-Olivier Antoine, profesor de paleontología de la Universidad de Montpellier, y Patrice Baby, de la Universidad de Toulouse.
También formaron parte del descubrimiento los investigadores Julia Tejada-Lara, del Museo de Historia Natural y de la Universidad de Florida, y Frank Wesselingh, del Naturalis Biodiversity Center de Holanda.