Protestan en templos por padre Chuy

Al grito de: “El Padre Chuy es un chivo expiatorio de Toranzo”, al menos tres centenares de personas manifestaron su descontento a un costado de la Catedral Metropolitana, desde donde realizaron una jornada de oración por el sacerdote enclaustrado en el Centro de Prevención y Readaptación de La Pila, acusado por la eventual comisión del delito de abuso sexual.
Desde las nueve de la mañana, se personificaron en la Plaza de Armas los feligreses, mayoritaria ente jóvenes vistiendo camisetas blancas, llevando consigo globos blancos y pancartas con la fotografía del sacerdote José de Jesús Cruz, y desplegando una manta en la que invitaban: “El que se sienta libre de pecado que tire la primera piedra”.
En el atrio de la catedral, los jóvenes instalaron un equipo de sonido y amenizaron con música de guitarras electro-acústicas e instrumentos de percusión las oraciones por el sacerdote enclaustrado, por la presunta comisión del delito de abuso sexual.
En la mayoría de los carteles se presentó al sacerdote formalmente acusado ante las autoridades por su presunta víctima, un hombre de casi 30 años, como eventual responsable de la comisión de abuso sexual en su contra, lo que motivó que un piquete de la Policía Municipal, sin órdenes de autoridad competente, ingresara al dormitorio parroquial, desde donde lo expulsaron con violencia, en calidad de detenido y con el argumento de la flagrancia.
En los carteles desplegados, los jóvenes exhibieron repetitivamente la leyenda “El Padre Chuy es inocente” y “El Padre Chuy es un chivo expiatorio”. Atronaron al espacio consignas: “Padre, amigo. El Padre Chuy es un chivo expiatorio de Toranzo. La detención es injusta, libertad para el Padre Chuy.”
Los jóvenes se integraron para realizar un recorrido por los diferentes templos católicos ubicados en el Centro Histórico, con miras a llamar la atención de la feligresía y convocarla para que se integre a la protesta y a la demanda de excarcelación del sacerdote. El Centro de Derechos Humanos Samuel Ruiz García aseguró que el proceso iniciado contra el sacerdote evidencia irregularidades, entre ellas el que un piquete de la Policía Municipal de San Luis Potosí, no sólo hubiera ingresado sin orden de cateo, sino que procediera a la aprehensión con violencia del sacerdote generando destrozos en las habitaciones parroquiales.
Posteriormente, los simpatizantes del sacerdote ingresaron a la Catedral, donde el arzobispo ofició la eucaristía del mediodía dominical.Entre tanto, el vocero de la arquidiócesis, Juan Jesús Priego Rivera, aseveró que la Iglesia Católica no participa en la eventual defensa del sacerdote, ni por sí ni a través del Centro de Derechos Humanos, ya que ésta se encuentra a cargo del sacerdote denunciado, sus familiares y amigos.