Buscan restar autonomía a Coneval

El secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Gonzalo Hernández Licona, alerta que una posible reforma política que modifique su labor y la forma en que se de-signa a los consejeros genera el riesgo de que el tema se partidice
A ocho años de la creación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el trabajo de la institución es “con total independencia”, ha podido decir cuando las cosas van mal, por lo que ante la posibilidad de una reforma política que modifique la labor del Consejo y la forma en que se elige a sus consejeros, el secretario ejecutivo, Gon-zalo Hernández Licona, asegura que ello podría resultar en el “peor desenlace” para la institución.
De ahí que se pronuncie por mantener un perfil académico entre quienes están al frente del Coneval.
Tendría que ser una “ley muy bien hecha y conformada para que se evite una posible partidización. El peor desenlace de esta reforma política, creemos, es que fuera una elección de consejeros totalmente partidizada, donde se reparten aquí entre los partidos y el gobierno a los consejeros”.
La tarea del Coneval, agrega el funcionario, tiene que seguir siendo la medición de resultados, el hilo conductor la medición de la pobreza y de la evaluación de programas sociales.
Además de la aportación que hace al combate a la corrupción, es a través de la medición de la pobreza y los resultados de evaluación a 5 mil 904 programas sociales, dice el secretario ejecutivo, Gonzalo Her-nández Licona, quien afirma que existe “todavía, un vacío para evaluar el resto de las áreas”, como la economía y el sector energético.
Para el funcionario lo importante es que los políticos “trabajen para tener resultados” no para “gastar a lo loco”. En entrevista con EL UNIVERSAL, Hernández Licona afirma que el Consejo ha ganado un lugar en el país por trabajos como la medición de la pobreza. Anuncia que en julio se darán a conocer los resultados del número de pobres en el país y ahí “el compromiso es que se publique lo que salga. A diferencia del pasado o en otros países, (en donde) al presidente hay que pedirle permiso para que se publique o no, aquí no”.
Los cambios
En octubre de 2014 la Cámara de Diputados aprobó la Ley del Coneval, la cual establece que los consejeros serán propuestos por la Comisión Nacional de Desarrollo Social, (el instrumento de coordinación de los programas, acciones e inversiones del Sistema Nacional de Desarrollo Social y que encabeza el titular de Sedesol). Además contarán con el “visto bueno” del presidente de la República.
Aunque la ley no ha sido analizada ni votada en el Senado, el secretario ejecutivo advierte una “partidización” en la integración de los órganos de gobierno y de quienes encabezan las áreas dentro del organismo.
¿La reforma podría ser un obstáculo al Coneval?
Hay que esperar a la ley… El peor desenlace de esta reforma política creemos que fuera una elección de consejeros totalmente partidizada. Déjeme ser optimista y reconocer el trabajo profesional de los diputados y senadores, para tener una ley que lo que haga sea fortalecer la autonomía y la independencia del Consejo en los hechos.
¿Ve una disputa similar a la que ocurre en el Instituto Nacional Electoral?
Si la ley que se termine haciendo no tiene los suficientes candados para que eso suceda, ese peligro podría existir, pero como la ley no existe, no sabemos si ese peligro se materializa o no.
¿Cuáles es el mayor riesgo?
Un riesgo es que la ley reduzca los requisitos técnicos de los consejeros y que por lo tanto se abra una posibilidad de que se partidice su designación.
¿Cómo el trabajo del Coneval incide en el combate a la corrupción?
La aportación que el Coneval puede hacer al tema de la corrupción tiene que seguir siendo el tema de medir resultados, el hilo conductor de la medición de la pobreza y de la evaluación de programas, esto es, que dependencias y gobierno federal trabajen para tener resultados no para hacer cosas.
Está bien que los políticos hagan eso pero el centro son los resultados. Cuánto de eso se tradujo en población con menos desnutrición, con menos pobreza. Ese es el tipo de resultados que Coneval busca medir (…) sin importar tanto si te gastaste el 100% del presupuesto.
Otra forma de dar cuenta del avance de los programas sociales es la cantidad del presupuesto que se gastó o que no haya subejercicio de los recursos. El gasto total del presupuesto no implica que se obtengan resultados (…) yo puedo hacer un año sin subejercicio si gasto a lo loco.
¿Qué hace el Coneval para que las recomendaciones que hace sean vinculatorias a la tarea de la Secretaría de la Función Pública?
Hemos ido recopilando a lo largo de la historia de Coneval los cambios en programas, estrategias, en decisiones que se han hecho, ya sea el gobierno federal o un programa particular. Queremos saber hasta qué punto la información hace cambios en la política social.
El Coneval no debería decir: yo hice tantas evaluaciones, medí la pobreza tantas veces, yo hasta ahí quedé porque eso es lo que la ley me pide. Tenemos el mecanismo de seguimiento de aspectos susceptibles de mejora con los cuales queremos incidir y convencer, que los programas hagan cambios a partir de la evaluación.
¿Hay voluntad política para atender las observaciones que hace?
Yo insistiría en la amplia posibilidad que todavía existe, que el presupuesto de egresos de la federación, sobre todo en la decisión de los diputados, se utilice más la información del Coneval.
El secretario ejecutivo señala que en este momento se tiene registro de cinco mil 904 programas sociales a nivel federal, estatal y municipal, aunque hay municipios que no cuentan con información sobre sus programas.
“Creemos que se puede hacer más y mejor con menos programas y con el mismo presupuesto”, por lo que ante la caída del precio del petróleo harán énfasis en su mecanismo de “Consideraciones Presupuestales” que se emiten en cada una de las evaluaciones, a fin de que en los meses de marzo o abril considere la información para la toma de decisiones, sobre posibles recortes, ajustes o incluso definir el presupuesto del próximo año.