La relación de Octavio Paz con el gobierno de Francisco Franco siempre fue tensa por el apoyo abierto que el escritor mexicano dio a la República española, recuerda Armando González Torres.
Poeta y ensayista, quien en ese sentido considera circunstancial la censura de los textos del Premio Nobel de Literatura 1990 durante el franquismo.
“No hay que olvidar que él fue un republicano convencido, viajó al congreso de escritores antifascistas en España en 1937.
Y pese a que gradualmente se fue alejando de la izquierda más ortodoxa nunca se alejó de lo que habían sido sus convicciones republicanas.
Su apoyo a la república, su apoyo a los exiliados españoles que estuvieran en México. Fue incluso un puente importante entre muchos escritores exiliados que venían a México”, refiere en entrevista.
Hoy se inaugura la exposición Octavio Paz: Guerra, Censura y Libertad, integrada por 20 documentos del Archivo General de la Administración de Alcalá, España, que dan cuenta de los escrutinios a los que se sometió la literatura del escritor por considerarla “peligrosa, irreverente, tendenciosa, soez, atroz y promarxista”.
La muestra revisa los expedientes de censura sobre 14 obras de Paz que dan cuenta de dos tipos de escrutinio: primero a las obras de Paz importadas de México a España.
Y segundo a las que se editaron en el mismo país europeo. Por ejemplo, los ejemplares de Libertad bajo palabra, o Traducción: literatura y literalidad al que le mutilaron frases.
“Este caso en efecto es curioso porque sí fue una obra muy sujeta a la censura, a ratos con humor involuntario, una censura torpe, a la que creo se sometía a muchas obras literarias aunque no es improbable que la figura de Octavio Paz, por sus vínculos con la causa republicana, generara más resquemor. Aquí nos damos cuenta del gesto de miedo ante la libre expresión por parte del gobierno.
“Las censuras son pocas, borraron una frase, el nombre de Dios; son censuras poco significativas en el sentido del cambio de texto.
Pero sí significativas en el sentido de que denotan un miedo a la libertad, el poder subversivo y transformador que puede tener la palabra en la literatura”, añade González Torres.
Al respecto, el poeta Juan Domingo Argüelles argumenta que el autor de El laberinto de la soledad escribió lírica favorable hacia el frente republicano, y no hay duda de que en sus textos evidenció su simpatía por los republicanos; por lo que hasta cierto punto se puede llamar su obra irreverente, si se entiende el concepto como algo que juzga.
“Hay una parte de la poesía de Octavio Paz que en efecto es irreverente pero no olvidemos que irreverente en el sentido de que juzga y es claro que para el poder irreverencia es todo en aquello que no lo elogia o no le aplaude; en este caso creo que toda esta poesía favorable hacia la república española es una poesía que.
Por mucho que fuera lírica, era también una actitud de defensa por los derechos de las personas”, expone el también ensayista y crítico literario.
Para René Avilés Fabila la censura a Paz es un caso de muchos escritores e incluso artistas plásticos que vieron limitada su expresión por el gobierno de Franco.
“Todos aquellos poetas, escritores, artistas plásticos que hicieron no sólo declaraciones contra Franco, sino que hicieron esfuerzo contra persecución y censura, ahora dan cuenta de que el franquismo fue implacable”, apunta.
“La censura se dio general, en todos los niveles y el hecho de que hayan censurado textos de Octavio Paz habla de qué tan grave fue la censura en ese momento, nos revela los efectos tan nocivos que siempre tienen las prohibiciones de un gobierno”, añade Argüelles.
Para González Torres, autor de Textos Políticos de Octavio Paz (Conaculta-Senado de la República, 2014), esta censura poco afectó al escritor.
Pues su mayor recepción en el círculo cultural español se dio a finales de los años 60, cuando tenía una obra consolidada y reconocida internacionalmente.
“Tal vez fue una recepción un tanto tardía porque realmente fue un escritor de lenta maduración que comenzó a ser conocido pasados sus 50 años de edad”.