María Elena le pidió a su amante, un teniente del Ejército, que matara a su esposo porque ya no aguantaba su relación. Tras asesinarlo a puñaladas, ambos sujetos junto con ayuda de otyro lo enterraron en un parque de forma clandestina. María Elena Brígido su-puestamente estaba cansada de los problemas que tenía con su ex esposo Mauro Tadeo Guillén y le pidió a su nueva pareja, el teniente del Ejército Felipe Obregón Peinado, que la ayudara a deshacerse de él.
El militar aceptó y la noche del sábado acudió a la casa de la mujer armado con una pistola y varios cartuchos. Según la PGJDF, María Elena citó a su ex pareja en su casa y ahí, en complicidad con el militar, lo asesinaron a puñaladas.
Sin saber cómo deshacerse del cuerpo, buscaron ayuda de otra persona. La encontraron en Alejandro González Reséndiz, de 29 años, quien les sugirió enterrar el cadáver en un parque público en la colonia Olivar de los Padres, en Álvaro Obre-gón.
Cuando habían terminado y estaban por marcharse, fueron descubiertos por policías, a quienes se les hizo extraño ver la madrugada del domingo a un hombre cargando una pala y una bolsa de plástico. Al acercarse a él, quien estaba junto a una pipa, descubrieron a las otras dos personas.
A Felipe Obregón le encontraron la pistola, una credencial de la Sedena, una cadena con candado y un par de guantes de látex con sangre. La mujer llevaba dos celulares: el de ella y el de su ex pareja.
Al ser entrevistados por separado, Alejandro González se contradijo y confesó que acababan de enterrar de manera clandestina a un hombre en el parque.
