La comunidad católica de San Luis Potosí se congregará hoy, en el inicio de la Cuaresma, con la imposición del simbolismo de la ceniza en las parroquias y templos; el arzobispo Jesús Carlos Cabrero destacó el significado de esta tradición que tiene referencias particulares en la Biblia y da cuenta de la humildad. Invitó a los potosinos a participar activa y convencidamente, recordando la temporalidad de la vida de las personas en un contexto amplio de la vida que permanece tras la desaparición física de los individuos mismos y en la que la Iglesia ve la grandeza de Dios.
Exhortó a la práctica de la oración y la penitencia, del arrepentimiento y la convicción de transformarse mediante la puesta en práctica de las buenas obras y de manera especial, para recomendar el apego a la justicia, la fraternidad y la solidaridad.
Se trata de un momento en la vida que se destina a la profundizar en la reflexión para sumar fuerzas a la búsqueda de la justicia social, de la paz, la solidaridad, la fraternidad de donde se desprenda con acciones el bien que todos estamos buscando.
Pero también se trata de un momento para la reflexión sobre la fragilidad de la vida, para recordar que somos ceniza y polvo, que este es el origen mítico de la vida, y que volveremos a dicho origen como polvo, despojados de todo los que de material hemos acumulado.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma solía poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión. Las cenizas se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. De acuerdo a la Tradición, esto recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno. La imposición de ceniza es una costumbre que recuerda a los que la practican que algún día vamos a morir y que el cuerpo se va a convertir en polvo.
El ayuno que se acostumbra –dijo el arzobispo—, es nuestro signo de identidad espiritual; un signo de humildad, que se opone al egoísmo y a la ambición; de ahí que se busque el ayuno de estos factores para buscar, propiciar, favorecer y fortalecer la unidad, en el reconocimiento de todos, la unidad de los potosinos.
El jerarca católico aseguró que estas prácticas que se han seguido a lo largo de muchas generaciones, ayudan a tomar conciencia de que coexistimos con otros a quienes debemos respeto, solidaridad, a quienes tenemos que ver como lo que son, nuestros iguales.
Hoy, los templos potosinos estarán abiertos a la imposición de la ceniza a lo largo del día. El arzobispo estará presente este mediodía en la Catedral Metropolitana.
