Bajo los influjos del alcohol, un labriego hizo caso a comentarios de sus compañeros de parranda y fue a su casa a reclamar a su esposa supuesta infidelidad y su hija, quien estaba de visita trató de intervenir para calmar a su padre y éste la golpeó. Agentes ministeriales se encargaron de detenerlo.
Efectivamente, un jefe de familia arremetió a golpes en contra de su hija María, de 28 años de edad, cuando ésta intervino en defensa de su madre a la que pretendía agredir tras de acusarla de entenderse con un vecino. Este caso se dio al interior de un domicilio del Nuevo Centro de Población ejidal Nuevo Tampón, en el municipio de Tamuín, según informes de la Policía Ministerial que detuvo al agresor. Relatan en su informe que los hechos se registraron alrededor de las 13:00 horas, luego de que el indiciado llamado Agapito arribara a su domicilio en completo estado de ebriedad, estando su hija de visita.
Agapito se fue directamente hacia su esposa Lucina exigiéndole una respuesta a los comentarios de sus compañeros de parranda, de que se estaba entendiendo con un vecino.
Viendo el estado en que estaba su padre que apenas podía sostenerse de lo borracho que andaba, quiso evitar el escándalo pero al interponerse fue mandada al piso de un puñetazo en el rostro. Alarmada la señora Lucia corrió a la calle en busca de auxilio ya que se marido se abalanzó sobre María para seguirla golpeando, y para su fortuna lo primero que vio fue una patrulla de policías ministeriales.
De inmediato les fue brindado el apoyo y el furioso Agapito fue a dar a la cárcel a disposición del Agente del Ministerio Público donde está acusado de lesiones y violencia familiar.
