Michael Jordan es reconocido por ser un ganador, una fotografía cabizbajo y sin una sonrisa es rara en su currículum con los Chicago Bulls. Sin embargo, sí existió alguien que lo superó, y este sábado se cumplen 30 años del duelo de clavadas que le ganó Dominique Wilkins.
Los fracasos en la carrera de “MJ23” son poco recordados, sólo imágenes con los brazos levantados o en señal de festejo quedaron en la memoria de los fans del mítico número «23», basquetbolista egresado de la Universidad de North Carolina.
En 1985, Michael Jeffrey Jordan era recién llegado al basquetbol profesional y perfiló como favorito para llevarse el concurso de clavadas en el Marquetsquare Arena, en Indianápolis, Indiana. La espectacularidad de “Air” ya lo perfilaba como el heredero de la popularidad de la que gozaba Julius Erving en ese entonces.
Hace 30 años, Jordan enfrentaría en el “Slam Dunk Contest” a Julius Erving, Clyde Drexler, Darrell Griffith, Terrence Stansbury y Orlando Wooldridge, puro “peso completo” para clavar el balón en la NBA.
Un espigado francés naturalizado norteamericano llamado Dominique Wilkins llegó para demostrarle al fenómeno de los Chicago Bulls que no era el único que “volaba” hacia el aro.
Jordan sacó lo mejor (que tenía disponible) hasta ese momento, clavadas en reversa, por debajo del aro, volando desde la línea de tiro libre y un hasta un “windmill” fueron parte del repertorio.
Starbury, Erving y Drexler también sorprendieron con poderosos remates sobre el aro, pero la rivalidad entre Jordan y Wilkins era remarcada en cada intento.
“The Human Highlight Film” poseía un par de cosas en cada clavada de las que carecía Jordan (en ese momento): Poder y autoridad.
Una clavada en reversa bajando el balón a la altura de la cadera, dos “martillos” y un giro de 180 grados fue suficiente para silenciar a una ruidosa arena y dejar a Jordan con la impotencia de no levantar su primer trofeo como profesional. Era el primer fracaso de su “Majestad” en la Liga.
“Hice mi mejor esfuerzo, lo disfruté y creo que él merecía ganar”, dijo “MJ23”.
“Es un gran chico, nunca pensé que fuera tan cerrado el concurso. Michael puede volar sobre el aro y eso es notable”, dijo Wilkins al finalizar el concurso.
Jordan tardaría dos años más en cobrar revancha y maduró la lección aprendida. “Air”ganaría las ediciones de 1987 y 1988 y es uno de los cinco jugadores (Wilkins, Nate Robinson, Harold Miner y Jason Richardson) en ganar al menos un par de veces el prestigioso concurso del NBA All Star, el cual será transmitido por el Canal Space este sábado.