En el país es necesario cambiar el modelo educativo para que los jóvenes puedan incorporarse de forma exitosa al ámbito laboral, debe existir un vínculo entre empresas y el sector, que redundará en mejores expectativas de desarrollo, concluyeron funcionarios federales, empresarios y expertos.
Esta es una de las conclusiones de la “Cumbre de Laureate Juventud y Productividad en México”, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo, el Instituto Aspen, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Universidad del Valle de México. académicos en la Cumbre de Laureate Juventud y Productividad en México organizado por la Universidad del Valle de México.
Emilio Chuayffet, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), dijo que dos de cada 10 jóvenes que terminan la educación media superior no reciben pago por el trabajo realizado y casi 6 de cada 10 se emplean en ocupaciones que no les otorgan prestaciones de acuerdo a la ley.
Admitió que, por desgracia, en México la juventud no cuenta con la oportunidad y los recursos suficientes para impulsar las transformaciones que necesita el país. “Dicha circunstancia se refleja en los altos niveles de desempleo y subempleo; la existencia de una elevada proporción de egresados en empleos de baja productividad e ingresos; y la frecuente desvinculación entre actividad laboral y los estudios realizados”.
“Actualmente el desempleo en la población de 22 años o menos con bachillerato es el doble, 9.53% del desempleo total del país; y 63% de los ocupados con bachillerato completo se agrupa en sectores con baja productividad laboral, como el comercio al por menor, servicios de alojamiento temporal, servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos, servicios de asistencia social, entre otros”, explicó Chuayffet.
Añadió que los desajustes también guardan relación con la calidad de la oferta educativa. “La desactualización de planes suele provocar una enorme brecha entre las competencias que demandan las empresas y las que desarrollan los egresados de la educación superior y media superior en las aulas”.
Vincular empresas y educación. Juan Ramón de la Fuente, presidente del Aspen Institute México y ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró en entrevista que uno de los puntos centrales de la política pública debe ser vincular de manera “efectiva” a las empresas y al sector educativo.
Cuestionado sobre la vinculación que deben tener las carreras universitarias con las necesidades reales de las empresas, destacó que “uno de los puntos centrales de las políticas públicas tendría que considerar una vinculación efectiva entre el sector productivo y el educativo. No sólo debe haber un modelo de educación acortado, se deben abrir las oportunidades a los estudiantes desde el proceso mismo de elección de carrera, porque ha faltado mucha interacción”.
Señaló la necesidad de crear mecanismos democráticos que permitan que las propuestas de la academia y sociedad se expresen en políticas públicas capaces de modificar el entorno educativo del país.
“Al final del día, la prueba de fuego del sistema educativo de cualquier institución educativa, es el desempeño de esos egresados. Si a sus egresados les va bien, la institución funciona bien; si a los egresados no les va bien, la institución tiene que entrar en un proceso de reflexión y de análisis para tratar de ver qué está pasando, por qué es, sin duda, un síntoma de que algo está pasando”, aclaró.
De hecho, sólo uno de cada 10 niños que entran a la educación básica logra llegar a la educación superior y los jóvenes que terminan una carrera no siempre son empleados en sus áreas de especialización, señalaron expertos.
Ernesto López Córdova, jefe de la Unidad de Productividad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) aseguró que las áreas donde menos se emplean los jóvenes que termina una carrera en educación superior son administración, computación y trabajo social, mientras las que tienen las menores tasas de desempleo es ingeniería química, electricidad y mecatrónica. “Dados los cambios demográficos en el país para empatar la productividad es fundamental que elevemos los niveles de ingresos, y por eso los retos de una visión a largo plazo es lograr una visión afectiva entre el sector público y privado y buscar a las empresas que demandan este mercado laboral”, explicó el funcionario.
Durante el cierre de los trabajos, el ex presidente Bill Clinton, dijo que para que el país mejores se debe seguir apostando a tener mayor educación y elevar el ingreso. “No se debe permitir que una barrera artificial se presente entre la educación académica y la capacitación que prepara a la población para obtener un buen trabajo y un mejor ingreso”.
Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Educación en el Senado de la República, calificó al modelo educativo actual como “obsoleto” y pidió la revisión de los planes de estudios en las universidades.
Dijo que la empresa se puede considerar una “prolongación” del aprendizaje de las instituciones de educación superior y por eso se debe fomentar la capacitación.
Romero Hicks comentó que la educación normal, en el caso mexicano “simplemente no está conectada al medio universitario y no está preparando a los mejores profesores para poder atender el reto que enfrentamos; hay un aspecto muy lamentable en México de omisión”.
Por su parte, Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que en los próximos 15 años, 40% de los empleos que hay en la actualidad van a dejar de existir, debido a los avances tecnológicos, lo que obliga a las universidades a plantear nuevas carreras.
