Encuentran 60 cuerpos en crematorio de Acapulco. Fiscal presume fraude contra las familias de los muertos
Acapulco, Gro.— La crisis social y de violencia enGuerrero vivió ayer un nuevo episodio con el hallazgo de 60 cadáveres abandonados en una empresa de cremación en Acapulco.
También ayer guardias comunitarios de Chilpancingo bloquearon la carretera libre a Acapulco en tres puntos y retuvieron cinco autobuses en los que se transportaban 105 policías federales, en respuesta a la detención de dos comandantes comunitarios y para exigir la salida del Ejército y las fuerzas federales del territorio.
Los bloqueos, marchas, asesinatos y cierre de escuelas ante la inseguridad son una constante desde el 26 y 27 de septiembre de 2014, cuando policías municipales y miembros del grupo Guerreros Unidos desaparecieron a 43 normalistas de Ayotzinapa, asesinaron a seis personas más y resultaron heridas al menos 25; hasta el momento hay 99 detenidos, incluidos el ex alcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.
Desde esa fecha, padres de los normalistas, maestros y organizaciones no gubernamentales han colapsado carreteras para exigir la aparición con vida de sus hijos, aunado a las movilizaciones de maestros para exigir el pago de las quincenas de enero.
En este contexto, ayer se registraron los nuevos incidentes, como el hallazgo de los cadáveres en el crematorio. El fiscal Miguel Ángel Godínez informó que se aplicarán pruebas forenses a los cuerpos para entregarlos a sus familiares e informó que pidió ayuda a la Interpol para ubicar al dueño de la empresa, Guillermo Estua Zardain.
El crematorio estaba cerrado desde el año pasado y en él había cuerpos de niños, mujeres y hombres desde hace seis meses, por lo menos.
El fiscal dijo que está pendiente sustentar el delito de fraude cometido por la crematoria. El establecimiento fue abandonado en junio de 2014 y la Secretaría de Salud en ese mes había quitado la licencia de funcionamiento.
En Chilpancingo, tras ocho horas de negociación, comunitarios y gobierno federal acordaron reunirse el próximo martes; los dos comandantes fueron liberados y los policías federales pudieron retirarse de la zona.