Osvaldo Benavides se suma a las narcoseries

Osvaldo Benavides atraviesa por un momento de mucho equilibrio a nivel personal y laboral, pues 25 años de trabajo le dan hoy el privilegio de elegir sus proyectos sin restar prioridad a su familia. Y este año lo hace sumándose a las exitosas narcoseries en Ruta 35, donde da vida a un hombre involucrado entre policías y sicarios.
—Osvaldo, ¿cuéntame de la serie Ruta 35 en la que participas?
—Ya está lista: estuvimos cuatro meses en Miami. Es una serie de narcos contra policías, habla de ese mundo de la lucha de poder entre narcos, policías, soplones y las historias de varios personajes que están como en los tres lados del sandwich. Es otro tono, no es el típico melodrama repetitivo: en las series se puede manejar más el realismo, los libretos están bien escritos. Estoy contento de haber estado una temporada en Miami, finalmente siempre es bueno cambiar de aires. No fue mucho, son procesos más cortos.
—¿Te tocó ser policía, narco o soplón?
—Yo llevo un personaje muy interesante, porque tiene una historia muy aparte de todo el mundo que hay. Yo soy de los que por tratar de hacer algo bien se ve involucrado con las agencias federales de Estados Unidos y termina de informante por obligación. Es una víctima por tratar de luchar contra el crimen organizado; y no hay buenos y malos, más bien pareciera que todos son malos.
—¿Te gusta el género de acción?
—Me gusta siempre y cuando esté bien hecho; es divertido pero también es cansado, es más lento y si está mal hecho, da mucha vergüenza; pero sí me gusta y la serie está hecha de mucha acción. Hay balazos, persecuciones, melodrama, romance; todos los ingredientes de una telenovela pero con un tono más medido y más elementos de suspenso.
—Han gustado mucho…
—Te voy a ser honesto: no veo mucha tele, no estoy muy consciente de lo que hay afuera; lo que sé, es que hay una moda de series y novelas que hablan del narco y que finalmente tiene que ver con la realidad y la cotidianidad con la que vivimos y nos toca; sentimos que nos están hablando de algo que nos es familiar y supongo que eso es lo que les da éxito, independientemente si es buena.
—Este tiempo en Miami, ¿estuviste alejado de tu familia?
—No, nunca me iría sin mi familia, imposible, nos fuimos juntos. Yo soy feliz viajando, pero viajar por trabajar es lo que me gusta mucho, me siento cómodo, no extraño. Pero si no me voy con mi familia no lo hago, no estoy ahorita para separarme de mi hija (Sofía) tanto tiempo y hay prioridades, pero estuve feliz de tener chamba y estar cerca de mi familia. Creo que fue el tiempo perfecto para trabajar en un lugar nuevo y tener una buena probada de lo que es la ciudad y la forma de vivir de la gente.
—Tienes bien balanceada tu vida con tu carrera…
—Pues no me cuesta trabajo, sé lo que quiero, lo que necesito y pongo en orden mis prioridades. Finalmente es un trabajo muy exigente que me quita mucho tiempo y me hace perderme muchas cosas de casa, pero con que llegue a mi casa todas las noches y despierte en mi casa todas las mañanas ya me siento bien. Además no estoy tan chavo, llevo 25 años haciendo esto, así que ya es mi estilo de vida; tuve mis momentos de desbalance pero estaba más chavo y ahora ya tengo más claras las cosas.
—Después de un tiempo dedicado a la dirección y producción es difícil estar bajo órdenes de alguien más…
—Sí, es difícil, pero antes de estudiar dirección y de mi viaje como director, era más difícil, necesitaba echar andar mi desfogue creativo como director y productor para poderme tranquilizar y ponerme más en el lugar de ellos. Es difícil hacer las cosas tal cual están, porque pocas veces están bien, según yo; uno siempre encuentra espacios para aportar cosas, es lo que enriquece los proyectos, y de esa manera cada uno se siente involucrado y parte del equipo. En efecto, cuando yo creo que algo necesita cosas y se me ocurren algo, tengo la necesidad de expresarlo y hago hasta lo imposible para llevarlas a cabo y poder estar contento con lo que estoy haciendo.
—Y, ¿qué pasa si no estás de acuerdo o no te dejan aportar?
—Si eso pasa es difícil que lo haga estando en desacuerdo, pero bueno, hay veces que también hay que entender que el director ya tiene mucho más claro lo que quiere; eso me pasó, por ejemplo, en con Luis Estrada en La dictadura perfecta porque él produce, escribe, tienen todo muy claro en su cabeza y, además, no le gusta trabajar mucho, le gusta sacarle a la gente lo que necesita de cada personaje y ya; no da mucho espacio a más, pero finalmente es Luis Estrada y sabe lo que hace, así que cuando te enfrentar a alguien así.
a veces aunque no estés de acuerdo, por lo menos confías en que es alguien que sabe hacer su trabajo, y que por algo hace las cosas. Hay que saber cuándo debes luchar por tu aportación y cuándo respetar al director.

—Cómo director, ¿estás satisfecho?

—Estoy satisfecho con lo que he hecho y hay muchas cosas por hacer; estoy desarrollando proyectos, algunos los he coescrito con alguien, he desarrollado más mis ideas. Creo que mi exploración como director despertó en mí: darme cuenta que tengo ideas que quiero llevar a cabo, y a veces se puede hacer como productor, escritor y director, y a mí lo que me interesa es canalizar mi lado creativo, pero la actuación estará siempre ahí, trataré de actuar en los proyectos en los que vea que quepo como actor, pero siempre con la idea de poder ser productor y tener cierto control.

—En cine, ¿qué proyectos tienes en puerta?

—Tengo la cinta El cielo es azul, que lleva un tiempo rondando en festivales y que aún no sabemos cuándo se estrene: es una película independiente gringa. Y para este año ya hay planes que se están cocinando, pero no quiero platicar mucho de ellos porque soy supersticioso, pero lo cierto es que ya hay planes de teatro y cine. La idea es empezar el año con teatro, pero bueno, esa es la idea, pero la vida es la que decide si te lleva por otros lugares.

—¿Eres muy apasionado en tu trabajo?

—Sí, al trabajo más que a mi carrera, a los proyectos que se van dando. Busco proyectos donde pueda divertirme, más que pasión es mi oficio, es lo que hago, de esto vivo y para mí es muy importante disfrutarlo y hacerlo bien, que la gente sepa que cuando va a ver algo mío va estar bien, así sea cine, teatro o televisión.

—Eres muy inquieto también, te gusta trabajar, estar en un lugar y otro, aprender cosas nuevas…

—Sí, soy muy clavado y también me gusta estar quieto; pero también hay que aprovechar las cosas como se van dando, y también hay que saber en qué momento apretar el acelerador y en qué momento descansar.