Los panistas sacaron aquí, en este sitio turístico internacional, la bandera blanca de la paz y tanto el presidente nacional de Acción Nacional, Gustavo Madero, como el senador Ja-vier Lozano, se comprometieron a tomarse un café la próxima semana para limar asperezas.
Luego de inaugurar la plenaria legislativa de la bancada panista del Senado, Madero Muñoz fue a saludar a dos sus críticos internos, Javier Lozano y Roberto Gil, con quienes se tomó la foto del recuerdo y les dejó la invitación de encontrarse con él y dirimir sus diferencias.
—¿Cuándo se va a tomar el cafecito con Lozano y con Gil?, —se le preguntó.
“La agenda la tengo abierta, la semana que entra estaremos siempre en el partido ahí recibiendo y hablando con cada uno de los liderazgos, tanto de la Cámara de Diputados como de la Cámara de Senadores, con todos nuestros candidatos que ya nos están urgiendo la presencia para apoyarlos”, dijo Madero.
En los últimos días, militantes panistas, incluido el ex presidente Felipe Calderón, han cruzado señalamientos personales que han profundizado la crisis interna del partido; incluso se inició un procedimiento interno para expulsar del partido al senador Javier Lozano.
Sin embargo, la plenaria legislativa que se llevaba a cabo en este exclusivo lugar turístico, que se especializa en spa y en la relajación, cambió el discurso beligerante por el de la unidad y hasta a tomar café se comprometieron.
Madero fue arropado por los gobernadores de Puebla, Rafael Moreno Valle; de Sonora,Guillermo Padrés; de Guanajuato, Miguel Márquez y el de Baja California Sur, Marcos Covarrubias, y después de ser entrevistado preguntó por los senadores críticos y se dirigió hacia ellos.
Primero saludó a Javier Lozano, luego a Roberto Gil, y sonriente posó para las cámaras que registraban el momento.
Sorprendido, Lozano accedió al saludo y a tomarse la fotografía del recuerdo. El legislador dijo que si la invitación era seria y de verdad, él participaba en la posible solución de los diferendos con la actual dirigencia nacional, específicamente con el chihuahuense.
—¿Cómo interpretó el saludo de Gustavo Madero?”, —se le interrogó a Javier Lozano.
“Si es un buen gesto y además ustedes escucharon a lo largo de las intervenciones de esta mañana que todo mundo quiere que seamos un partido unido, fuerte, cohesionado, para enfrentar lo que viene, y yo creo que eso es lo que debemos intentar todos en el PAN”, contestó.
Lozano deseó que haya sido un abrazo y saludo sinceros “porque en otras ocasiones hemos visto que se dice una cosa y se hace otra. Yo espero que en esta ocasión todos actuemos con generosidad, con inteligencia, con disciplina, para la unidad del partido, que es lo que la gente nos está pidiendo a gritos”.
—¿Entonces cafecito la próxima semana con Madero?, — nuevamente se le preguntó.
“Yo encantado de la vida. No tengo ninguna reserva porque tampoco se vale simplemente estar de pleito y no tener el ánimo conciliador. Pero que también se den cuenta de que yo con amenazas no funciono, que funciono mejor con el diálogo, con el respeto y así sí jalo”.
Madero se despidió con la promesa de un café, invitación que no se extendió a Ernesto Cordero, pues decidió no asistir, pese a que sí llegó a la reunión con su presidente nacional.
