Condena Arzobispado a chapulines políticos

La Iglesia Católica potosina fustigó y descalificó severamente a aquellos integrantes de la clase política que en cada proceso electoral pugnan por presentar su candidatura, aún cuando no han concluido con responsabilidades anteriores, para nuevos cargos de elección; esta conducta fue condenada por el portavoz arquidiocesano, Juan Jesús Priego Rivera, como inmoral.
El responsable de la opinión y la postura de la Arquidiócesis de San Luis censuró también a aquellos integrantes de la clase política que, al no tener cabida sus aspiraciones personales en sus partidos de origen, transmigran hacia otros institutos políticos, renunciando a sus ideologías para satisfacer intereses personales.
Los así llamados “chapu-lines”, porque saltan de un cargo público a otro y los transmigrantes o nómadas políticos, con ambiciones personales pero sin ideología y sin congruencia fueron inusualmente retratados por el sacerdote católico, no obstante que unos días atrás el propio arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero ofreciera como foro para un eventual debate entre candidatos el espacio de la vieja y señorial casona de la Acción Católica.
En voz de Priego Rivera, la diócesis potosina reiteró su llamado a la responsabilidad de los servidores públicos en funciones y que han solicitado licencia para separarse de sus cargos a fin de contender, internamente primero y posteriormente en el proceso constitucional, por nuevos encargos públicos de elección.
Demandó terminar, para el bien de la comunidad, con las grotescas prácticas de los saltamontes que en cada brinco depredan y poco beneficio genera para los demás. Una de las siete plagas referidas en la vida habla de esto.
Aseveró que la transmigración hacia otro u otros institutos políticos “puede ser aceptada, sólo cuando hay coincidencia con las plataformas ideológicas”, pero no así, cuando la transmigración se da hacia partidos de oposición a la doctrina del partido de origen, advirtió a los políticos pragmáticos, despojados de ideología y compromiso que, privilegiando intereses particulares y personalísimos, no dudan en dar ese salto. Esto los convierte en inaceptables, en poco confiables.
Y es que, en esta circunstancia está claro que lo que buscan es el poder por el poder, el aprovechamiento de los encargos públicos para formar y acrecentar sus fortunas, sin que tengan el menor interés y compromiso de servir a la comunidad.
—Quienes han pasa do toda la vida viviendo así, del presupuesto, engañando a la comunidad, deben ser echados afuera –dijo-
Asimismo, llamó a los ciudadanos a emitir un voto responsable y ético, no dejando que los políticos compren su conciencia con despensas o cualesquiera propaganda utilitaria como lamentablemente se ha registrado en la historia reciente de los procesos electorales. El voto debe ser emitido con convicción.
—No crean ya –dijo finalmente—, en los falsos mesías, en los profetas de la mentira.