Fueron seis minutos los que pasaron entre el momento del robo a la joyería Saks Fifth Avenue en el Centro Comercial Santa Fe y el aviso de alerta a los policías preventivos la noche del viernes pasado. Ese lapso, según agentes cercanos a la investigación, facilitó la huida de los ladrones con un botín aproximado de 2 millones de dólares. Los primeros uniformados tardaron menos de un minuto en llegar a la tienda tras el aviso, pero cuando lo hicieron, el grupo de delincuentes ya había subido a dos camionetas y al menos dos motocicletas en las que escaparon hacia Toluca.
En el estacionamiento de la plaza dejaron abandonadas otras dos camionetas, una Voyager con placas sobrepuestas y una Caravan que tenía una maleta con mazos marca Trupper.
Aunque hasta ayer la procuraduría capitalina no contaba en la averiguación previa con el monto total de lo robado, un reporte preliminar establece que los ladrones se llevaron más de 120 relojes, alhajas y bolsas de mano de mujer, todo con un valor aproximado de 2 millones de dólares. Los agentes de la PGJDF saben que uno de los ladrones iba herido por lo que realizan un rastreo hospitalario en clínicas del DF y el estado de México para tratar de localizarlo. reporte impreciso. De acuerdo con el parte informativo elaborado por los agentes de la policía capitalina y que fue anexado a la averiguación CUJ1-T2/0037/ 01-15, el personal de seguridad Conprysa, que estaba a cargo de la seguridad del centro comercial, no les reportaba con exactitud lo que había sucedido. Eso les dio unos segundos más de ventaja a los delincuentes. Fue hasta que los uniformados hablaron con el Gerente de la tienda, de nombre Alberto Gamborino Sánchez.
, y la encargada del área de joyería, Elizabeth Molina, que supieron que un grupo de hombres armados y con cubrebocas, entre 10 y 15, entraron a la tienda y con mazos reventaron los aparadores para robar relojes y joyas.
En ese momento se emitió la alerta a todas las unidades de la zona pero ni siguiera los agentes de la Policía Federal lograron rastrear las camionetas sospechosas.
Los uniformados encontraron a un policía auxiliar, vestido de civil, que brindaba servicio de escolta a una persona y quien al ver el robo trató de intervenir. Ese agente recibió un balazo en una pierna pero aparentemente también logró herir a uno de los ladrones.
Peritos de la procuraduría capitalina analizan las dos camionetas, así como los mazos que abandonaron los ladrones al escapar en busca de huellas dactilares.