¿Por qué las pilas de litio pueden recargarse cientos de veces?

La clave se encuentra en la propia química de la pila. Una batería de litio posee dos electrodos –uno positivo y otro negativo– y un electrolito que proporciona el medio conductor necesario para que los iones de litio se muevan entre los electrodos.
Estos permiten a los iones colarse dentro de ellos y también salir: durante la inserción el litio penetra en el electrodo; en el proceso inverso, la extracción, salen del mismo.
Cuando la batería se está descargando, el ion de litio se dirige del electrodo negativo –normalmente hecho de grafito– al positivo y entra en él. En el proceso de carga se produce el camino inverso. Ahora bien, no soportan más de trescientas a mil recargas, dependiendo de la pila.