Liu Bolin trae a México sus camuflajes pictóricos

De una mesa Liu Bolin (Shandong, China, 1973) toma revistas para construir una suerte de collage; hay publicaciones de moda, deportes y negocios lo mismo que de información política y cultural. Él las elige por su contenido y por su estética, y sobre las repisas, las acomoda según el color o estilo de la letra. En medio coloca las que considera reflejan mejor el presente de México.
Justo enfrente de estas, él se instala y sobre su cuerpo replica con pintura las portadas de las revistas para fusionarse en el collage que su esquipo de trabajo retrata con cámara digital, y así desaparece del escenario como si fuese un ilusionista que se desvanece ante a su público.
Se trata de la pieza Magazine Rack –que produjo en un hotel de Polanco–, una de las obras de Camuflaje, la primera exposición de Bolin en México que se inaugurará el próximo miércoles en la Galería Óscar Román con 20 fotografías en las cuales el también escultor y pintor desdibuja su silueta para fusionarse con objetos cotidianos, productos alimenticios o paisajes naturales.
En entrevista, quien ha expuesto en Moscú, Milán, París, Caracas, Nueva York y otras ciudades, explica que es un diálogo entre la pintura tradicional y la fotografía para hacer evidente conflictos sociales, políticos y económicos a nivel internacional como la globalización, el consumismo capitalista, la explotación de los recursos naturales, la destrucción del patrimonio y el poder de los gobiernos.
“Mi trabajo no puede ser calificado como político o disidente; yo lo hago sólo porque lo siento, si alguien lo ve como político es libre su percepción, pero no es la intención que yo tengo. Yo elijo los lugares que me afectan, que tocan mis emociones”, comenta quien en el inicio de su trayectoria produjo escultura monumental.
Las fotografías tienen su origen hace diez años, cuando el gobierno de China demolió el edificio donde Bolin tenía su estudio, junto con un centenar de artistas; las autoridades sólo argumentaron era un espacio ilegal. “Yo quería hacer algo con escultura para mostrar lo que el gobierno había hecho, entonces utilicé mi cuerpo como escultura y cuando estaba en las ruinas del edifico me di cuenta de que me podía hacerme invisible pintándome. Era una manera de dar apoyo a los artistas que había en ese momento en el edifico”.
Pronto, continúa, la propuesta rebasó el objetivo de criticar la política de su país, y se convirtió en un lenguaje para referir a la condición de diferentes ciudades, y, a la vez, un sello de su producción estética. En la muestra se exhibirán las fotografías más recientes como la imagen en el estadio Nido de Pájaro de Beiging, en el Teatro de la Scala de Milán y Piazza San Marco en Venecia; en la escalera Grand Palais de París y en Wall Street en Nueva York. Para Bolin el ejercicio de camuflajearse en sitios históricos o citadinos va más allá de una apropiación de la ciudad, y más bien busca establecer un diálogo con quienes habitan estos lugares a partir de la empatía, de la identificación con el otro, y propone ser testigos del paisaje urbano.
“No es que quiera conquistar la ciudad, quiero comprender el espacio y vivirlo. En el caso de las revistas, los hombres nos convertimos mucho en lo que las revistas y los medios de comunicación quieren que seamos, entonces es una forma de mostrar cómo dejamos de ser nosotros y nos volvemos invisibles porque somos lo que los medios quieren”.
Bolin integra una generación de artistas que presenciaron la liberación de China y los cambios sociales que ello significó. Por lo que su posición crítica al Estado, afirma, es una condición general de los artistas de su época que hacen de su obra un testimonio de los excesos de poder del gobierno, las desigualdades económicas y carencias de la sociedad.
“No es que mi arte sea disiente o que esté en contra del gobierno sino que es parte de un grupo de artistas que muestran lo que en realidad pasa en China, porque en todos lados de China se sabe, se huele que la política está detrás de los abusos. Es normal que si China estuvo cerrada tanto tiempo cuando se dio la apertura los artistas de esa generación tuvieron la posibilidad de mostrarlo”.
En sus instantáneas no hay trabajo de postproducción, asegura. Son resultado de asimilar el entorno para replicarlo sobre su cuerpo con pinceladas, a veces, de estudiantes de arte, y otras de pintores profesionales, y luego de varias sesiones fotográficas.
¿Dónde y cuándo?
Camuflaje se inaugurará el próximo miércoles, a las 19:30 horas, en la Galería Óscar Román. (Julio Verne 14, Polanco).