Sabiduría para elegir pidió la Iglesia Católica a los partidos políticos y sus candidatos; madurez y capacidad, madurez para aceptar las reglas del juego electoral y no caer en pleitos y berrinches infanti-listas, capacidad, congruencia, honestidad, transparencia, responsabilidad, lideraz-go para unir, servir y no dividir ni servirse, a los candidatos.
El arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, advirtió que (en la sociedad “ya estamos llenos de reclamos y protestas” y “falta nada más que sigan dividiéndonos”.
Insistió en que es responsabilidad de los partidos –dijo—, elegir a sus candidatos con mayor credibilidad y, sobre todo con vocación de servicio, no para servirse y engrosar sus cuentas.
El jerarca católico reprochó asimismo el fenómeno del chapulinazo que lleva a no pocos actores políticos a cambiar convenencieramen-te de partido y de ideologías pero, también a saltar de un cargo a otro y les pidió que no actúen “como el Chapulín Colorado”.
Que los candidatos que se presenten tengan proyecto, pero sobre todo un expediente limpio, una “carta blanca”, sin manchas, sin antecedentes negativos, para no descuidar la responsabilidad del servicio público.
Sin pronunciarse por alguno de los precandidatos, Cabrero Romero, dio la bienvenida a las mujeres que han decidido participar en la contienda electoral, indicando que ellas pueden aportar un nuevo perfil de servicio público, por su sensibilidad.
Jesús Carlos Cabrero Romero también destacó que el llamado caso Gallardo debe observarse a la luz del proceso judicial para no caer en la especulación de eventuales maniobras políticas.
Asimismo, reconoció que, en cuanto al tema de las vocaciones, la Iglesia Católica también ha sido afectada por diversos factores sociales, políticos y, sobre todo, económicos, que han tenido como efecto o una disminución en las vocaciones de servicio sacerdotal entre los jóvenes.
Respecto de esta problemática, imbuida por el factor económico, observó que la búsqueda de dinero ha hecho que no pocos jóvenes elijan, por encima de sus vocaciones y capacidades, carreras “productivas”; así, alertó encontramos médicos, maestros, ingenieros, sin vocación. Lo mismo ocurre en el entorno de las vocaciones sacerdotales y religiosas.