Enfermedades sin cura

Con miles de muertos en África Occidental, el actual brote de ébola es el más grande de la historia de esta enfermedad.
El ébola es «una enfermedad vírica aguda grave que se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y dolor en los músculos, la cabeza y la garganta, lo cual va seguido de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos caos, hemorragias internas y externas», detallan los especialistas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
La infección se produce por contacto directo con sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas infectadas cuando estas han comenzado a manifestar los síntomas de la enfermedad.
«El periodo de incubación, es decir, el intervalo desde que se produce la infección hasta la aparición de los síntomas, oscila entre 2 y 21 días», apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Respecto al tratamiento, esta entidad explica que los casos graves requieren cuidados intensivos. «Los enfermos suelen estar deshidratados y necesitan rehidratación por vía intravenosa u oral con soluciones que contengan electrolitos», indica.
LA POLIO Y EL SIDA
Otra enfermedad que carece de tratamiento curativo es la poliomielitis, más conocida como polio. Está causada por un virus, es muy contagiosa y afecta sobre todo a los niños.
«El virus se transmite de persona a persona principalmente por vía fecal-oral y, con menos frecuencia, a través de agua o alimentos contaminados. Luego se multiplica en el intestino desde donde invade el sistema nervioso», expone la OMS.
Asimismo, la OMS subraya que una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible, generalmente de las piernas. Además, esta entidad precisa que entre un 5% y un 10% de estos enfermos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.
La Organización Mundial de la Salud recalca que los casos de poliomielitis han disminuido en más de un 99% desde los 350 mil estimados en 1988 hasta los 416 notificados en 2013. De hecho, en 1988 la enfermedad era endémica en 125 países, mientras que en 2014 hay tres países endémicos: Afganistán, Nigeria y Pakistán. «La poliomielitis no tiene cura, pero es prevenible. Cuando se administra varias veces, la vacuna antipoliomielítica puede conferir una protección de por vida», asegura la OMS.
En el terreno de las enfermedades sin cura, el VIH/SIDA ocupa un lugar destacado, pues sigue siendo uno de los problemas de salud pública más graves del mundo.
Así, según datos de la OMS, en la actualidad hay más de 35,3 millones de personas infectadas por el VIH, de las que 2,1 millones son adolescentes (de 10 a 19 años).
El VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) ataca nuestro sistema inmune y debilita la vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer. Con el paso del tiempo, el virus va destruyendo las células inmunitarias y alterando su función, de modo que la persona infectada se vuelve inmunodeficiente.
«Sin tratamiento, las personas que reciben un diagnóstico de sida generalmente sobreviven unos tres años. No obstante, una vez que un enfermo de sida tiene una enfermedad oportunista peligrosa, la esperanza de vida sin tratamiento disminuye a alrededor de un año», explican los especialistas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
No obstante, el VIH se puede combatir mediante la terapia con fármacos antirretrovíricos. «Aunque no cura la infección por VIH, este tipo de tratamiento controla la replicación del virus y contribuye a fortalecer el sistema inmunitario», expone la OMS.
«La terapia exige constancia, pero ha mejorado tanto la esperanza de vida que se dice que el VIH/SIDA es hoy en día una enfermedad crónica», señalan los especialistas de Cruz Roja.
Actualmente no existe un tratamiento capaz de eliminar el virus, pero el ya célebre caso del paciente de Berlín permite abrir una puerta a la esperanza.
Se trata de un ciudadano estadounidense con VIH y leucemia que, en 2008, se sometió a un trasplante de médula ósea de un donante cuyas células madre sanguíneas presentaban una variante genética denominada CCR5 Delta 32.
La lucha contra el virus continúa en los laboratorios, donde se trabaja sobre vacunas, nuevos fármacos o terapias, entre otras líneas de investigación, con el objetivo de erradicarlo.
LA DIABETES AVANZA
La investigación también avanza en el campo de la diabetes. Cada vez se conoce más sobre los mecanismos implicados en el desarrollo de la enfermedad y grupos de científicos de todo el mundo trabajan en proyectos destinados a prevenir la diabetes, tratar la enfermedad y sus consecuencias e intentar curarla.
La diabetes es una enfermedad crónica relacionada con la insulina, una hormona que regula el azúcar en la sangre.
Según explican los especialistas de la Fundación para la Diabetes, la insulina tiene la misión de facilitar que la glucosa que circula en la sangre penetre en las células y sea aprovechada como energía.
Existen dos tipos fundamentales de diabetes: la de tipo 1 y la de tipo 2. La diabetes de tipo 1, también llamada insulinodependiente, se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.
«Aún se desconoce la causa de la diabetes tipo 1 y no se puede prevenir con el conocimiento actual», puntualiza la OMS.
Por su parte, la diabetes de tipo 2 ocurre cuando el organismo utiliza la insulina de manera ineficaz. «Este tipo de diabetes representa el 90% de los casos mundiales y se debe, en gran medida, a un peso corporal excesivo y a la inactividad física», indica esta entidad.
Asimismo, expresa que hasta hace poco tiempo, este tipo de diabetes solo se observaba en adultos, pero en la actualidad también ese está manifestando en niños.
Al contrario de lo que ocurre con la diabetes de tipo 1, la de tipo 2 sí se puede prevenir. Para ello, la OMS recomienda mantener un peso corporal saludable, ser físicamente activo y consumir una dieta rica y variada que contenga entre tres y cinco raciones diarias de frutas y hortalizas.
La OMS calcula que en el mundo hay más de 347 millones de personas con diabetes y estima que esta enfermedad será la séptima causa de mortalidad en 2030.
Otra enfermedad ampliamente extendida es el resfriado pero, pese a no contar con un tratamiento curativo, suele resolverse en el plazo de unos días. Esta patología consiste en una infección leve de las vías respiratorias causada por un virus.La mucosidad, el taponamiento nasal, el dolor de cabeza y garganta, el lagrimeo, la tos y una fiebre no muy alta son los síntomas característicos del resfriado.
Para combatirlos, los especialistas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria aconsejan descansar, no fumar, beber a menudo agua e infusiones, hacer vahos con vapor de agua y tomar paracetamol para paliar el dolor de cabeza y bajar la fiebre.No obstante, indican que es necesario consultar con un médico si aparecen síntomas diferentes a los descritos, si se sufre alguna enfermedad bronquial o bien si el resfriado dura más de diez días o la fiebre es muy alta.