Durante la primera semana del año, los productos de la canasta básica sufrieron diversos incrementos, que van de un 10 a un 50 por ciento, siendo el precio del huevo el que más aumento registró.
Sin la intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor, los precios varían según la zona de la ciudad, siendo la parte norte – oriente en donde se registran mayores aumentos en los productos alimenticios.
En el centro de la ciudad, en diversos comercios y mercados el precio del kilo de huevo alcanza los 30 pesos en promedio; en tanto que en tiendas de abarrotes de la zona norte y oriente, el mismo producto se vende hasta en 35 pesos.
En el mes de diciembre, este alimento se vendía en 20 pesos el kilogramo.
En cuanto a los precios de legumbres, éstos han obtenido aumentos del 10 por ciento en el menor de los casos, como es el jitomate que se expende en los denominados mercados sobre ruedas a un precio de 12 pesos el kilo.
Los cárnicos, que durante el último semestre del 2014 tuvieron precios fijos, como el bistec de res a razón de 80 pesos el kilo, en diciembre alcanzaron los 120 pesos y en enero de 2015 bajaron a 100 pesos, pero no volvieron a su precio anterior.
Los aumentos desmedidos en los alimentos forman parte de la inflación, pero lamentablemente la mayoría de los productos están libres a la venta y la delegación de la PROFECO se ha visto superada ante la escalada de precios.
