Consejeros panistas reclaman elección de dirigencia estatal

Consejeros del Partido Acción Nacional consideran renovar la dirigencia estatal de ese órgano político, toda vez que Héctor Mendizábal Pérez no regresó a su cargo solicitar licencia por 90 días, desde el pasado 1 de octubre de 2014, con el propósito de por la candidatura a una diputación local plurinominal.
Mendizábal Pérez no se ha reincorporado a públicamente a sus funciones como presidente del CDE del PAN, presuntamente porque no ha concluido un proceso legal ante los tribunales electorales, debido a la impugnación a su candidatura para diputado local plurinominal, aunque tal situación contraviene los Estatutos del PAN.
En este escenario, algunos consejeros estatales del PAN esperan la emisión de una convocatoria para que a la brevedad se lleve a cabo la elección del nuevo dirigente estatal de este partido.
Debido a que la presidencia ha quedado acéfala, los estatutos del PAN dictan que “el secretario general del Comité Directivo Estatal sustituirá al presidente en sus faltas temporales, que no podrán exceder de hasta tres meses del periodo de su encargo, y cuidará de la coordinación de los trabajos de las dependencias del mismo Comité”.
Además detalla el linea-miento que “en caso de falta absoluta del presidente, el Comité Directivo convocará en un plazo no mayor a sesenta días al Consejo Estatal para elegir a presidente y miembros del Comité Directivo Estatal para un nuevo periodo.”
Por lo anterior, Jaime Galván Valencia, secretario general en funciones de presidente, seguirá desempeñando esa función, en tanto se elija al nuevo presidente estatal. Los Estatutos indican que “en tanto no tome posesión de su cargo la dirigencia electa, el secretario general fungirá como presidente y los miembros del Comité se mantendrán en ejercicio de sus respectivos cargos.”
El Reglamento establece que no se podrán extender días inhábiles al periodo de licencia solicitado por lo que este feneció el pasado primero de enero, situación por la que los consejeros no quieren poner en riesgo sus procesos electorales, ni judicializar sus procesos, debido a que la presidencia estatal ha quedado acéfala.