Háblame de lejitos

Debido a su trabajo, «La prima de una amiga» tiene que asistir constantemente a fiestas y desfiles de moda. Si bien no puede negar el gusto que le da encontrarse a caras conocidas, tampoco olvida los malos ratos que ha pasado cuando algunas de éstas se le acercan para platicar frente a frente.
«Cada vez son más las personas a las que les huele mal la boca», comenta mi joven amiga, quien desde que pagó una fortuna para mejorar su dentadura, está obsesionada con los dientes blancos y las sonrisas ‘perfectas’. «Estaba guapo, pero tenía dientes feos», la he escuchado decir. De acuerdo con especialistas, el mal aliento -conocido clínicamente como halitosis- puede deberse a causas como la mala higiene bucal, los alimentos que se hayan comido durante el día, fumar, tener prótesis dentales, padecer gingivitis -una infección bacterial en el tejido que rodea los dientes- e, incluso, tener la boca seca.
Este problema se relaciona, de igual manera, con enfermedades más graves, de tipo respiratorio, gastrointestinal, hormonal, entre otras.
Y es que no es lo mismo tener mal aliento al despertar, a que éste nos acompañe durante todo el día y tenga una causa que revele una condición anormal de nuestra salud. Se estima que más del 30 por ciento de la población adulta padece este mal, que en buena parte de los casos no es percibido por la propia persona, pero sí por los demás; no por nada dicen que hay tres cosas muy difíciles de pronunciar: «Parangaricutirimícuaro», «esterno cleidomastoideo» y «tienes mal aliento».
Hasta ahora, «La prima de una amiga» no se ha atrevido a decirle a ninguno de sus conocidos que lo padece, ya que teme que lo consideren como una ofensa, en lugar de un ‘servicio a la comunidad’. «Cuando se me acerca alguien con un olor desagradable, trato de ofrecerle un chicle o alejarme un poco; si de plano no aguanto, opto por moverme a otro lugar», confiesa. Llegó a pensar que era exagerada ante este tema, pero en una ocasión, uno de sus allegados notó mal aliento en una persona que utilizaba braquets y comenzó a decirle indirectas.
Dadas las causas de la halitosis, es difícil determinar por las personas si se trata del típico ‘cebollazo’, si se debe a una deficiente limpieza o si su origen tiene que ver con alguna enfermedad.
En los cuadros menos graves, este problema puede resolverse con sencillas acciones, como cepillarse correctamente los dientes, usar hilo dental y enjuague bucal, beber agua con frecuencia, mascar chicles sin azúcar, llevar una dieta balanceada y comer verduras frescas, entre otras. Si la causa de la halitosis está relacionada con una enfermedad -como sucede en un 10 por ciento de los casos-, se debe visitar al médico.
para brindar una solución contra este problema. Ante esta situación, ¿es mejor saber la verdad o darnos cuenta cómo los demás nos hablan de… lejitos?