Las concesiones se han terminado para los Rojinegros del Atlas. Nuevos propietarios con inversiones cuantiosas cambiaron la forma de operar del equipo. De aquella institución con problemas para armar un equipo competitivo ya nada queda.
Así, el proyecto de los Zorros apunta ahora a otras dimensiones; lejanas del descenso, cercanas, casi esposadas, a brindarle una alegría a su afición. El universo de posibilidades se ve reducido a ser un contendiente serio por título del Clausura 2015.
El recién culminado torneo tenía la pinta de ser una oportunidad fantástica para el Atlas de saciar la sed de títulos de sus lastimados seguidores. Culminó la fase regular en tercer lugar, empatado en puntos, con 31, con el líder y sublíder; incluso, con la amarga sensación de haber podido terminar como puntero.
Su rendimiento se ubicó en la escala de bueno a secas, pues fue víctima de la inconsistencia: de un inicio prometedor, mutó a un vaivén en sus ejecuciones futbolísticas. Si bien la estadística indica que con 59 % de efectividad jamás bajó del cuarto lugar en la tabla, salvo en la primera jornada que estuvo en el peldaño doce, los rojinegros se mostraban poderosos en ocasiones y otras veces frágiles y desorientados. Su técnico, Tomás Boy, vio como este síntoma les privaría de trascender en la Liguilla ante Monterrey: un primer juego ganado con maestría y un capítulo de conclusión totalmente descompuesto, a nivel técnico, táctico y emocional. Con su ratificación en el puesto, pero con la conciencia de que la paciencia para con los malos resultados será cada vez más delgada, Boy Espinoza apuesta para el Clausura 2015 al título.
El Draft arrojó buenos dividendos para su causa: llegaron elementos de primer nivel y salieron del equipo pocos jugadores clave.
Aterrizaron en Colomos dos viejos conocidos que vuelven a casa con blasones y calidad probada y refinada. Juan Carlos Valenzuela apuntalará la defensa y Juan Pablo Rodríguez le dará solidez al mediocampo.
A estas incorporaciones, se suma el experimentado Carlos Ochoa y un par de promesas de pronta acción: el férreo defensor Walter Kannemann, subcampeón mundial con San Lorenzo en Marruecos 2014, y la esperada locura y e irreverencia carioca de Marcos da Silva, ‘Keno’, a quien vendieron como un futbolista talentoso a pesar de llegar de la Segunda División de Brasil.
De igual forma, y como regalo tardío de Navidad, llegó el ecuatoriano Christián Suárez viejo conocido del futbol mexicano.
Tuvo un paso feliz en Santos, haciendo dupla con el fallecido ‘Chucho’ Benítez, por lo que la adaptación no será un problema. Se espera de él, resultados al instante.
De los desterrados quizá se extrañe la fuerza del argentino Erpen en la zaga, la velocidad y profundidad de Maikon Leite y Jahir Barraza por las bandas, más la esporádica pero existente sensación de peligro en el área de Enrique Esqueda y Edson Rivera.
En la mayoría de las líneas no hay dudas: la portería es un rincón estable con Vilar; la defensa cuenta con gente que recuperó su nivel y va en ascenso, como Pérez, Venegas y Castillo; la mediacancha se vislumbra poderosa con gente pulcra con el balón como Leao, ‘Chato’ y Medina, más la dosis de talento de Millar y González.
Únicamente la delantera inquieta, pues Luis Caballero no terminó por erigirse como el hombre gol, Marcos da Silva es una incógnita y Carlos Ochoa puede ser solución y en ocasiones parte del problema.
El plantel del Atlas luce adecuado, aunque no extenso, y tiene la misión de mantener la regularidad estadística, a fuerza de buenos resultados, pero, sobre todo, la futbolística en donde su ratos de lucidez deben ser mucho más duraderos.
Como asignación extraordinaria, los Rojinegros tendrán la oportunidad de buscar la trascendencia internacional, al estar calificados para disputar la rocosa pero prestigiosa Copa Libertadores 2015, torneo en el que ya dejaron buenas sensaciones, en aquella divertida época de Ricardo LaVolpe y la camada de los Cabuto, Márquez, Rodríguez, Zepeda y Osorno.
Están instalados en el grupo 1 con Atlético Mineiro de Brasil, Santa Fé de Colombia y Colo-Colo de Chile, con la inclusión del ex punta regio, Humberto Suazo.