Lucha electorera: ¿Y quién defiende a los ciudadanos?

No bien terminó el año 2014, pero la competencia elec-toral ya se había desatado entre los aspirantes a las candidaturas para las campañas electorales de este 2015 en San Luis Potosí, donde se elegirán candidatos a presidentes municipales, diputados locales y federales y a gobernador del estado. En esta contienda los pretendientes buscan a como dé lugarser elegidos como candidatos al interior de sus organismos políticos y después ser favorecidos por el sufragio de los potosinos para llegar a ocupar un cargo de elección popular y “disfrutar de la miles del poder”; entre los “suspirantes”, hay algunos que dejaron el cargo o mandato que debieron culminar por Ley, para aventurarse a conseguir uno nuevo, otros, para desbancar a sus adversarios al interior de sus institutos políticos les lanzan “fuego amigo” o agresiones verbales y guerra sucia, con tal de salirse son la suya.
Los principios, el decoro -si es que alguna vez lo tuvieron-, la integridad o la honradez: les estorban a los contendientes, y lo que les sale a relucir es su pragmatismo inmediatista, que fundan en sus explicaciones chabacanas llenas de desfachatez y cinismo sin fin, es el caso de los directivos del PRD local que con tal llegar a la presidencia municipal capitalina, buscó una alianza con el PAN, pero como este partido se negó les respondió Érika Briones, líder del partido amarillo estatal, que el “PRD no era plato de segunda mesa” y que mejor competirían solos. Ahora resulta que los revolucionarios, democráticos y de “izquierda”, se molestan porque un partido de derecha y conservador se niega a recibir los favores de la liviandad amarilla.
Los azules potosinos que también se consideran el baluarte de la democracia en San Luis Potosí, no han sido capaces para ponerse de acuerdo para elegir a su candidato a gobernador, lo que motivo la escisión de este partido con la retirada del destacado panista Octavio Pedroza Gaytán de la elección interna, y de los competidores que quedaron para ver quien queda de ellos como candidato, sólo sabemos del tupido fuego amigo entre ellos, destacando el escándalo publicado por los panistas en el que aparece Alejandro Zapata Perogordo en compañía de unas teiboleras.
Los tricolores sus aspirantes están velando armaspara el momento en que se desate la guerra entre ellos, buscarán sus mejores armas para alcanzar la candidatura. Unos favor de un candidato cercano a la política del CEN tricolor, otros, porque sea un candidato 100% priista y no “cubeado”porque a fin de cuentas no queda bien ni con Dios ni con el diablo, otros más, porque tenga arraigo en la entidad, etcétera, total que en este instituto político la “cosa esta que arde” y más uno de ellos, a estas alturas padecerá insomnio. De los partidos morralla, la verdad resulta ocioso ocuparse de ellos, y es que éstos organismos políticos sólo esperan ver cuál partido les ofrece las migajas más grandes del pastel para sumarse a las candidaturas, así podemos observar, que sus alianzas en unas campañas van con el PAN, en otras van con el PRI o con el PRD, y se aliarían hasta con el propio diablo para lograr sus intereses muy particulares.
Mientras toda la clase política potosina se mantiene en vilo y enfrascada por saber quién será el “bueno” y preparándose para la “madre de todas las batallas”, con el inicio de las campañas electorales. ¿Dónde queda el ciudadano común y corriente? ¿Qué se sabe de sus problemas y de lo que realmente le interesa? Del ciudadano como usted y como su servidor. Del obrero que además de haber recibido un aumento miserable a su salario este año, tiene que soportar la imposición del charrismo sindical, del campesino que a pesar de producir alimentos para toda la sociedad, se le niegan los apoyos necesarios para sembrar; del ama de casa que sufre penurias por la carestía en los precios de los productos de la canasta básica, de la persecución de las autoridades que sufre el modesto comerciante ambulante. ¿Qué saben de nuestras penas? Como dice la canción de Matilde Casazola. Al parecer ésta clase política potosina… Nada.
Ahí están los problemas que padecen miles de potosinos en la entidad que requieren del servicio de agua potable en sus marginadas comunidades, según datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), destaca que el 17% por ciento de los habitantes en esta entidad, no cuenta con el servicio del agua, es decir, más de 270 mil personas no tiene el servicio de agua potable y entubada hasta su domicilio, y se ven obligadas a tomar agua de estanques, charcos o bordos, ahí, donde también beben los animales.
Mis compañeros antorchistas potosinos que representan a las familias más pobres de San Luis Potosí, el fin de año pasado se mantuvieron en plantón frente a Palacio de Gobierno casi durante un mes, exigiendo solución a sus demandas, todas justas y muy elementales, y entre ellas, agua potable, para varias localidades del altiplano y huasteca que no cuentan con este servicio.
La protesta de mis compañeros se presentó, después de que altos funcionarios de gobierno y de la Comisión Estatal del Agua, firmaron compromisos de acuerdo desde el año antepasado, de iniciar a la brevedad la obras de perforación o de distribución del servicio de agua a comunidades del municipio de Santo Domingo, Villa de Ramos, Salinas, Armadillo de los Infante, Tamazunchale, entre otras.
Los antorchistasel año pasado, levantaron su manifestación con la promesa de que a principios de año habría soluciones, sin embargo, ya dio inicio el 2015 y la administración estatal que encabeza el doctor Fernando Toranzo Fernández, aún no da respuestas, este es el motivo de que en próximas días, mis compañeros anuncian que reanudarán sus acciones de protesta hasta encontrar una solución a sus justas demandas, porque dicen que ya no están dispuestos a recibir más engaños.
La pregunta: ¿Alguno de los aspirantes a cargo de elección popular, de los que dicen serán los salvadores de los potosinos se pondrá la camiseta de los demandantes y se pondrá de su lado? No lo creo.
Lamentablemente nuestra partidocracia mexicana no está para favorecer y representar los intereses de los hambrientos ni de los necesitados; está para defender a los intereses muy particulares de los poderosos, y en estas campañas electorales, lo que lo que se le ofrece al pueblo es el derecho de elegir a su nuevo capataz. Nada más.