Cuestiona Canciller de Arquidiócesis frivolidad y egoísmo de clase política

Jorge Fernando Canseco

Ante la acritud de la crítica social que disgusta a los funcionarios públicos, la Iglesia emitió una respuesta contundente e inobjetable: “es que también se ponen de modo”, se exteriorizó ayer en voz del canciller arquidiocesano, Fernando Ovalle González, en la entrevista tras la eucaristía del mediodía dominical.

Interrogado sobre el que alguna regidora haya utilizado como una especie de pasarela del Palacio Municipal para exhibir su figura, Ovalle González dijo que lo le corresponde a la Iglesia opinar al respecto, pero sí a los responsables de hacer valer y cumplir el reglamento interno en dicho inmueble.

En el transcurso de la entrevista, en el que se abordaron múltiples temáticas, se observó cómo la clase política se ha desentendido del interés de la ciudadanía para concentrarse en sus propios intereses personales de grupo y de partido, lo que “de cierta forma –dijo–, se considera como una traición”, al interés primordial de la gente.

Respecto de las expresiones de inconformidad en el marco de los procesos internos de los partidos para la selección de candidatos. Ovalle González llamó a la congruencia y al apego a la normatividad interna y a asumir en todo momento conductas éticas por las que se muestre la disponibilidad a servir en el desempeño de sus cargos y no a servirse de ellos; llamó a la congruencia y a la medianía en sus percepciones económicas porque dijo, ya no es posible que en un pueblo pobre como el nuestro, tengamos que sostener servidores públicos con altos ingresos.

El sacerdote destacó la crisis económica y solicitó a los servidores públicos sujetarse a la realidad de carencias y de incertidumbre en la que viven los pobres de San Luis Potosí y del país. Demandó a los legisladores actuar en el terreno de la realidad con la responsabilidad que tienen como representantes sociales, legislando y dejando de lado sus campañas y programas de gestión, que corresponden a la propia sociedad y a diversas autoridades gubernamentales distintas del Poder Legislativo.

Se hizo notar que la indredibilidad social que han conquistado para sí los servidores públicos, así como la inseguridad que se manifiesta en el país y, particularmente en estados altamente violentos como Guerrero y Michoacán, podrían dar al traste con los procesos electorales y cancelarlos, Fernando Ovalle llamó a la reflexión de los ciudadanos advirtiendo los riesgos que se derivarían de esa eventualidad: la instauración y fortalecimiento del cacicazgo, el autoritarismo, el poder económico; y, asimismo, de la violencia y los intereses del crimen organizado de manera directa o a través de actores políticos manipulables.

Desestimó, por otra parte que San Luis sea, como ocurre en otras entidades federativas, un estado de riesgo para el desempeño del sacerdocio, pero indicó que sí hay evidencias de esto en estados como Guerrero y Michoacán.

Descartó que, por los casos de extorsión, los sacerdotes en San Luis Potosí puedan organizar una protesta pública asegurando que su trabajo es el de la constante crucifixión, como la que padeció Jesús.